El pasado Domingo 26 de noviembre con la solemne Fiesta de Cristo Rey del Universo concluyó el Año litúrgico 2022-2023 y con la apertura de la temporada del tiempo de Adviento el 1er Domingo de Adviento el 3 de noviembre la Iglesia invita a los fieles, y a todo hombre de buena voluntad, a un tiempo de reflexión y preparación, muy diferente de la cuaresma, no obstante que el color litúrgico dominante sea el morado.

Adviento proviene de la Palabra latina “adventus” que significa “venida” y se relaciona al término griego “parusía”, que originalmente significaba ‘presencia’, se trata de un tiempo especial para “recibir a alguien importante para nosotros”, esto nos permite reconocer el gozo de la venida de Jesús al Mundo, y admirar con asombro el regalo que Dios Padre hace de su Hijo a la humanidad, a través de María la joven Virgen llena de gracia que por obra del Espíritu Santo queda en cinta. La esperanza de su venida se refleja ya en la plegaría aramea ‘Maranatha’, es decir, “Ven Señor” (Sanz, 2023).

De acuerdo al Padre Eduardo Sanz, Carmelita Descalzo (2023) a partir del s. IV trascendió la celebración de la Navidad en la Iglesia y conforme fue adquiriendo relevancia, se fue reflexionando sobre la necesidad de un tiempo de preparación para estar bien preparados a su conmemoración, sin embargo el Adviento fue añadido a la liturgia Romana alrededor del siglo VI (Sanz, 2023).

Para marcar y tener presente ese recorrido tenemos la tradición de emplear la Corona Adviento que históricamente, no es una tradición judía y no está presente en la Biblia, Resulta mas difícil de situar temporalmente que la tradición del colocar el “Nacimiento”, costumbre que se atribuye a san Francisco de Asís, la cual se puede ubicar en una línea precisa del tiempo, gracias a los biógrafos del ‘Pobre de Dios’, se sabe que colocar la primera representación de nacimiento de Jesús tuvo lugar en Greccio, Italia en diciembre de 1223, y se dispusieron personas y animalitos reales (Directorio Franciscano, Sin fecha).

De acuerdo con Rev. padre William Saunders (2000), el tratar de determinar cuándo aparece la Corona de Adviento históricamente resulta un tanto más incierto e impreciso, él destaca que algunos pueblos nórdicos y escandinavos ya utilizaban elementos similares para significar elementos de esperanza, oraban a la “rueda de la tierra” para que el invierno fuera corto y la luz de la primera se prolongará por largos días alejando el frío y la oscuridad.

Sin más la población católica de la edad media, matizando ciertos aspectos y seguros de que Jesús era la verdadera luz del Mundo hicieron suya esta practica cultural como parte de su preparación espiritual para la Navidad, pues después de todo, «Cristo es “la Luz que vino al mundo” para disipar las tinieblas del pecado e irradiar la verdad y el amor de Dios» ( Cfr. Juan 3:19-21) y alrededor del año 1600, ya era un signo muy aceptado y empleado entre católicos, todas las familias solían reunirse en torno a una corona de Adviento en aquella época (Saunders, 2000).

Esta Corona   se bendice en el primer Domingo de Adviento y suele estar confeccionada por un círculo elaborado con ramitas verdes entrelazadas; suele adornársele con frutos rojos, por cada domingo se colocan cuatro cirios o velas, si se incluye el día de navidad se colocan cinco velas, además se enlaza un listón rojo y otros ornamentos que la embellecen o hace agradable para los infantes.

El circulo representa la eternidad de Dios, a quien a no se le puede atribuir ningún principio y/o fin; a la vez evoca su amor infinito y nos exhorta a imitarlo con la caridad que debemos tener los cristianos a Él y al prójimo (el mandato del amor), así como destaca la gracia tan grande del don de fe que se nos transmite en el bautismo, que con la ayuda de Dios crecer como el grano de mostaza.

Se trata de una fe testificada en hechos, por eso la tenemos que ejercitar con los actos de bondad y misericordia, y crecer en el amor, la fe y la esperanza, como el cristiano que se perfecciona obedeciendo a nuestro Dios.

Aquellas ramitas verdes que forman la corona simbolizan la esperanza y la vida que nos ofrece la palabra de Dios, su mensaje de salvación, perdón y eterna dicha. El listón rojo representa el amor de Dios que nos quiere, une, reconforta y nos protege.

Sobre las velas o cirios, podemos decir que tres suelen ser de color morado (signo de penitencia, conversión y señal de que se trata de un tiempo de espera) y una de color rosa (alegría), y si es posible se puede agrega una blanca que marca el día de la Navidad (nacimiento de Jesús se puede encender desde las vísperas de Navidad).

Es recomendable que en Familia se encienda cada cirio o vela de la corona tras realizar una “liturgia de la Palabra Familiar”, que consiste en proclamar el Evangelio del día y rezar un oración por cada domingo, cada cirio puede ser encendida primero por los padres de familia, otras por los hijos o se designa quien hará de lector y quien encenderá cada vela.

Las lecturas se toman de la palabra de Dios, Biblia o Misal, y en ocasiones se designa un significado al cirio o vela, que correspondiente a lo que narra el Evangelio, se iluminan gradualmente pues dan el sentido de que Jesús llega, y va iluminando disipando la tinieblas y la oscuridad con su Luz.

Sin embargo la tercera luminaria, que se enciende en el tercer Domingo de Adviento, también llamado Domingo de "Gaudete", que del latín al español se traduce como ‘alégrense’, ‘regocíjense’ o ‘gócense’, por lo que la misma vela o cirio puede llevar o tener esta palabra inscrita, se trata de la candela de color Rosa que nos invita a la alegría en el Señor. Esta frase latina fue inspirada por un versículo de la Carta de San Pablo a los Filipenses "Estén siempre alegres en el Señor, se los repito, estén alegres, el Señor está cerca" (Flp 4, 4-5) “Gaudete semper in Domino, gaudete dico", esta felicidad se debe a que la solemnidad de Navidad está ya muy cerca, por lo que todo en la liturgia se torna en gozo, las flores de la iglesia cambian y todo se renueva y embellece, la música, los ornamentos y vestiduras litúrgicas abandonan el color morado penitencial y se sustituye por el color rosa.

El cuarto Domingo de Adviento es el más próximo a la Solemne Fiesta se retorna al color morado, y suele dedicarse a recordar a San Juan Bautista.

La Vela o cirio Blanco se puede encender en a la víspera o en la fiesta de Navidad recordando que es precepto muy grato celebrar la solemne Misa por el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.

Cabe destacar que no es necesario que los cirios o velas permanezcan encendidos todo el tiempo que dura el Adviento, se encienden entre cada ceremonia y hasta un tiempo prudente se apagan para encenderles a lo largo de las celebraciones y/o liturgias de la Palabra en Casa. Recuerden tener precaución para seguridad de la familia y de los pequeños.

Si por alguna causa no tuvieran medios suficientes confeccione una Corana de Adviento de papel con sus hijos, estas coronas NO SE ENCIENDEN, la luz también se dibuja o hace de recortes amarillos, se pinta o pega, no deben ser nunca expuestas al fuego, si se hacen con las instrucciones debidas y con creatividad los niños vivirán con gran alegría este tiempo de espera y lo valoran de por vida.

El Evangelio dominical (LVC, 2023) se distribuye de la siguiente manera, y se sugiere una oración para cada domingo –pueden también emplear alguna propias-, si bien cada día de la liturgia nos ofrecen un Evangelio en la Misa diaria, con el cual podemos reflexionar en Familia sobre este tiempo tan especial, además es posible ir más allá y dedicar a Dios buenas acciones a lo largo de cada jornada.

Diciembre 2023

Adviento

Oración sugerida

Evangelio

3

Primer Domingo

Vela Morada

Mismo color litúrgico

“Velen y estén preparados”

Rey de David, Jesucristo, las puertas del cielo se abren cuando lo mandas, ven y danos tu Salvación. Amén

San Marcos 13, 33-37

«En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada.

No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta"»

10

Segundo Domingo

Vela Morada

Mismo color litúrgico

"Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos".

Rey des las naciones, Jesucristo, alegría de los corazones, ven pronto a salvar a tu pueblo: maranatha. Amén

San Marcos 1, 1-8

«Éste es el principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del profeta Isaías está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero delante de ti, a preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: "Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos".

En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando un bautismo de conversión, para el perdón de los pecados. A él acudían de toda la comarca de Judea y muchos habitantes de Jerusalén; reconocían sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.

Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Proclamaba: "Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo".»

 

17

Tercer Domingo

Vela Rosa

Mismo color litúrgico

Domingo de Gaudete

 “Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor',”

La esperanza se acrecentaba Ven, Señor Jesús. Amén

San Juan 1, 6-8. 19-28

«Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.

Éste es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: "¿Quién eres tú?".

Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó: "Yo no soy el Mesías". De nuevo le preguntaron: "¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?". Él les respondió: "No lo soy". "¿Eres el profeta?". Respondió: "No". Le dijeron: "Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?". Juan les contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor', como anunció el profeta Isaías".

Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: "Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?". Juan les respondió: "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias". Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba»

24

Cuarto Domingo

Vela Morada

Mismo color litúrgico

Víspera de Navidad

(Noche Buena)

(Blanco para el 25)

"No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo”

 

Emmanuel, Jesucristo anhelo de las naciones, salvador del mundo, Gracias por venir y hacerte uno de nosotros. Amén

San Lucas: 1,26-38

«En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: ''Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.

El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".

María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?". El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia»

 

El tiempo de Adviento concluye la víspera de Navidad, para este año el domingo 24 de diciembre de 2023, la Solemne Misa de Navidad se celebra el 25 de diciembre día en que la Iglesia estableció conmemorar el nació de Jesucristo, seguirá la octava de Navidad que extiende la alegría de está memorable ocasión y las fiestas Navideñas de acuerdo a la liturgia de la Iglesia seguirán hasta la Fiesta de la Epifanía del Señor (Día de los Reyes Magos), que se celebra cada 6 de enero. Esperamos que pasen un excelente tiempo de Adviento

 Fuentes:

Directorio Franciscano. (S/F). La Navidad de Greccio celebrada por San Francisco (1223). En Enciclopedia Franciscana. https://www.franciscanos.org/enciclopedia/navidad1223.html

Desde la Fe. (2018).

La Verdad Católica [LVC]. (2023). Misal de diciembre de 2023. http://laverdadcatolica.org/MisalDiciembre2023.htm

Sanz de Miguel, E. (2023). Adviento: Historia, teología y espiritualidad. https://www.portalcarmelitano.org/liturgia/122-liturgia-articulos/434-adviento-historia-teologia-y-espiritualidad.html

Sunders, W. (2000). The History of the Advent Wreath. https://www.catholiceducation.org/en/culture/catholic-contributions/the-history-of-the-advent-wreath.html