Convocados por los Delegados Inspectoriales para la Familia Salesiana de MEM y MME así como por la Asociación de Exalumnos de Don Bosco de México Sur, los Salesianos Cooperadores y Misioneros Diana Colín y Alberto Guerra compartieron su experiencia Ad gentes en Ángola.

Entrevistados en el Ciclo de conferencias virtuales "Vocación de Misionera Consagrada y Laical, Opción Misionera", con la videoconferencia titulada "La vida es una Misión" los invitados especiales al programa ´Martes de Don Bosco´ hablaron sobre sus ricas experiencias que iniciaron de la forma por demás providencial.

Al asistir a la ordenación sacerdotal del Padre Efrén Sánchez Lino hace ocurrida una 25 de agosto de 2016 en la Parroquia –Santuario de María, Auxiliadora en Santa Julia se conocieron Diana Colín y Roberto Guerra, él afirmó que francamente no conocía al neo-presbítero, pero acepto una espontánea invitación a esa gran fiesta, Diana por el contrario apreciaba mucho y había convivido en diversas ocasiones, en fiestas juveniles, retiros y campamentos momentos con el aquél joven salesiano.

Roberto quien había vivido la experiencia del seminario diocesano, sin tener ningún vinculo con los colegios salesianos o la pastoral juvenil de la congregación, Diana por otro lado era exalumna, miembro desde muy joven del MJS, habían participado de la experiencia del voluntariado salesiano. Roberto había aceptado hace un tiempo participar en la iniciativa Vides con la FMA, luego vivió una experiencia de voluntariado en la Obra del Artesanado Salesiano de Nazareth donde los salesianos atiende a niños, adolescentes y jóvenes en situación de Riesgo. Diana como profesional docente había colaborado en la Prelatura Mixe como docente en el internado Salesiano de Matagallinas. Nada cercanos, en la ordenación del padre Efrén se toparon uno con el otro, hasta llegara a una amena conversación en vieron que muchos de sus intereses coincidían, en broma se dieron casi en voz alta viajarían por el mundo juntos llevando a Don Bosco a todo aquel que se les cruzará en el camino.

Diana comentaba sus viajes al extranjero con el MJS y con cierta modestia Roberto sus experiencias en el País, ambos se sorprendieron cuando el responsable Mundial de las Misiones les llamó de improviso invitándoles –por no decir que prácticamente les ordeno- ir de misioneros a África, específicamente a Angola, rápidos y si bien con ciertos temores dijeron ‘si’ sin titubear, como María dijo al Ángel. De este modo muy salesiano iniciaron una misión de servicio que aún los sigue reuniendo. Viajaron a Europa donde aprendieron portugués, formaron parte de los voluntarios laicos destinados a Ángola donde pasaron 2 años, compartiendo una vida por demás fuera de serie, sólo como la que Don Bosco puede ofrecer a los atrevidos y “locos por Dios” como ellos se consideran sí mismos.

Sembradores de Alegría las catequesis, el sistema preventivo, la docencia de escolar y la música fueron su carta de presentación, conquistaron al mejor de estilo de Don Bosco y Mama Margarita –su inspiración- a aldeas y familias enteras. . Sus vividos relatos su gran amor y entusiasmo por los jóvenes despertaron más de una “yo también me apunto a los misiones, entre quienes les escucharon a través de facebook ™ y la Plataforma Zoom ™, ellos que aún hoy colaboran en la Obra Salesiana de Río Manso en Oaxaca siguiendo su llamado misionero. Gracias al increíble trabajo del equipo de comunicadores de los Exalumnos de Don Bosco, que una vez más hicieron posible un martes de Don Bosco fuera de serie.