El día 23 Febrero 2022, los salesianos de Kiev ciudad capital de Ucrania, reportaban a la Agencia Salesiana de Noticias ANS, una paz aparente donde los jóvenes y familias vivían en relativa normalidad, pues la gente salía a trabajar, los estudiantes estaban en la escuela, en las casas salesianas asistían a Misa y frecuentaban el Oratorio. Pero la tensión en el entorno era innegable, la Familia Salesiana sin embargo, portadora de esperanza ante la adversidad, sigue brindando ayuda moral y material a los jóvenes y para toda la población (Fuente: ANS).

Ante el llamado del Santo Padre el 26 de enero, los jóvenes de la casa salesiana "María Auxiliadora" de Kiev se reunieron en esas fechas para compartir una fe más fuerte que el miedo. “Los que son creyentes tienen un rayo de esperanza, no se sienten solos. Pero los que no creen, los que no han podido tener una experiencia de Dios, porque no olvidemos que el comunismo en Ucrania ha desgarrado los cimientos de la fe humana, lo viven de un modo muy pesado. Nuestro Oratorio se está convirtiendo en el hogar de todos”, narra el padre Maksym Ryabukha, director de la casa en Kiev.

Cabe señalar que el compromiso salesiano tiene también en Ucrania una dimensión ecuménica, dado que las iniciativas se realizan en espíritu de diálogo tanto con la Iglesia ortodoxa como con las comunidades católicas de rito bizantino. Debido a esto, la casa salesiana de Kiev, que cuenta con un centro juvenil y también se ocupa de la pastoral universitaria, configurándose como refugio para muchos: católicos, ortodoxos e incluso muchos no creyentes.

Los jóvenes pasan la voz a través de las redes sociales, a veces involucrando también a sus familias. Y au grupo crece cada día, los muchachos se reúnen en grupos de 100, todas las tardes, para rezar juntos un Avemaría y recibir el pensamiento de las "Buenas noches", al estilo de Don Bosco. Llevan haciendo esto todos los días desde hace más de 300 días, es decir, desde que la crisis ucraniana se agudizó.

También en Zhytomyr, una ciudad a unos 110 km al oeste de Kiev, donde los salesianos animan la escuela “Vsesvit”, se han empeñado en desarrollar un moderno Oratoria donde la gente reza por la paz y trata de disipar el miedo dialogando de acuerdos a las palabras de Nataliya Nagalevska profesora de italiano en la escuela salesiana: “Por supuesto, hablamos de la situación con los estudiantes, pero sobre todo rezamos por la paz. Todos los lunes promovemos una oración común con todo el colegio. ¡Nuestros hijos rezan mucho y la suya es una oración muy sincera! Rezaron ante la pandemia de Covid-19. Y ahora rezan para que esta crisis no desemboque en un conflicto”.

En Lviv, ciudad lejana de Kiev, en el extremo occidental del país, a sólo 70 km de Polonia, los salesianos informaron que existe un ambiente en el que se siente el suspenso y la tensión: en las últimas semanas la escuela salesiana ha tenido que interrumpir varias veces las clases debido a las alarmas bomba, por suerte, todas falsas. "Entretanto desorientan y trastornan todo el sistema educativo, porque los niños tienen que dejar de estudiar, irse a casa y no pueden volver a la escuela hasta que la policía haya revisado todo el edificio", señala el sacerdote Yuri Smakous, 39, decano de la secundaria dirigida por los Hijos de Don Bosco, donde estudian unos 400 alumnos de 10 a 17 años.

La obra salesiana de Liv incluye una casa familiar que hospeda a 65 huérfanos o niños de familias en serias dificultades, de 6 a 18 años, y dirige una escuela profesional con varios oficios, desde la hostelería hasta la carpintería. La casa está dirigida por el padre Andryi Bodnar, de 39 años, natural de Lviv, quien comentaó: “Por supuesto, aquí en la parte occidental no sentimos la misma tensión que se vive en las regiones orientales”. En cambio en Dnipro del frente oriental, la tercera ciudad más poblada de Ucrania, no lejos del territorio de Donetsk, reside el salesiano padre Oleh Ladnyuk, que desde 2014, cuando estalló el conflicto de Donbass, ha sido llamado como capellán militar de las tropas ucranianas en el frente. Normalmente se desplaza entre los pueblos de la zona para ofrecer cursos de animación juvenil salesiana en parroquias greco-católicas. “Organizamos campamentos de verano, también me gustaría proponer cursos de formación para los jóvenes animadores de estas zonas”. Sin embargo, ahora, con los párrocos de los territorios y en colaboración con Cáritas comprometida en el frente, se está pensando cómo organizar la evacuación de los habitantes, empezando por los niños, en caso de guerra.

En cuanto al enfoque con el que la ciudadanía vive estos momentos, el padre Ladnyuk señala: “Todos los periodistas que vienen a Ucrania pensaban que habrían encontrado pánico entre los ciudadanos. Pero vivimos en un estado de conflicto desde hace ocho años. Tenemos miedo seguramente, aunque para nosotros es la cotidianidad. Los periodistas extranjeros no entienden porqué nos ven así tranquilos... Estamos cansados, realmente cansados, de tener miedo”.

Hoy los temores se han hecho ciertos, pero como ha dicho el Papa Francisco, y como invita el jubileo hacia el 2025, los Cristianos debemos orar y ayunar con fe y esperanza.