Celebramos el 3er Domingo de Cuaresma prosiguiendo nuestro recorrido cuaresmal, las lecturas de hoy (Éx 3,1-8.13-15; Sal 102; 1 Cor 10,1-6.10-12; Lc 13,1-9) son un llamado a la conversión personal, a darnos del todo con generosidad como Dios lo hace.

En el libro del Éxodo, Dios se nos revela como Salvador del Pueblo de Israel, nación sujeta a la miseria y cautividad en un país ajeno a sus creencias: Egipto. A los israelitas encabezados por Moisés les restituye la libertad, Dios atento reconoce el dolor de su pueblo elegido que es oprimido.

En el Salmo 102, se nos manifiesta como nuestro Dios compasivo y misericordioso aquel que bendice, perdona nuestras faltas nos rescata de la muerte y nos colma de amor y ternura, que actúa con justicia y ve por el oprimido. Hoy como en el pasado, nos muestra su bondad pues somos sus hijos, no nos trata según nuestros pecados sino de acuerdo a su amor y espera una respuesta reciproca.

En el Evangelio de Lucas, Dios nos pone en claro que desea una libertad con frutos, con bondad, generosa no infértil y estéril, de hechos. El nos brinda la oportunidad cambiar, nos proporciona los medios, y su cuidado a través de su palabra, de la asistencia de Jesús, para convertirnos hacia un camino de rectitud y de obras buenas en favor del prójimo en especial el más desamparado, una vida que de frutos. Nos revela que de otra forma se perecerá ante una existencia que se ha revelado sin rumbo y sin sentido.

Evangelios del día

"Si no se convierten, perecerán de manera semejante"

Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 1-9

En aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús les hizo este comentario: "¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén?

Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante".

Entonces les dijo esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: 'Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?'. El viñador le contestó: 'Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré' ".

Vatican News Comentario del Evangelio