Si bien la fiesta del santo Luis Orione se celebra el 16 de mayo, este 23 de junio se cumplieron 150 años de su nacimiento ocurrido en 1872, en Pontecurone, provincia de Alessandria, diócesis de Tortona, hijo de una familia sencilla y trabajadora, pero con grande fe. Al cumplir 10 años comenzó a trabajar como adoquinador con su padre.

A los 13 años de edad, ingresó en el convento franciscano de Voghera, Pavía, un 14 de septiembre de 1885. Sin embargo, una pulmonía le puso en peligro de muerte, por lo que en junio de 1886, regresó a la casa de su padre. De octubre de 1886 a agosto de 1889, fue alumno del Oratorio de Valdocco en Turín, donde conoció a San Juan Bosco quien le llegó a decir:: ‘Nosotros seremos siempre amigos’. En Turín conoció también las obras de caridad de san José Benito Cottolengo, cercano al colegio Salesiano (Fuente: Archivo Salesiano).

El 16 de octubre de 1889 inició sus estudios de Filosofía en el Seminario de Tortona. Ya clérigo se mostraba sensible a los problemas sociales y eclesiales de su tiempo. Trabajó la Sociedad de Mutuo Socorro de San Marciano y en la Conferencia de San Vicente. El 3 de julio de 1892, abrió el primer Oratorio para la educación cristiana de los muchachos. El 15 de octubre de 1893, abrió un colegio para muchachos pobres, en el barrio de San Bernardino. El 13 de abril de 1895 fue ordenado sacerdote junto con seis alumnos de su colegio. Impulso el apostolado entre los jóvenes, abrió obras en Mornico Losana (Pavía), en Noto (Sicilia) en San Remo, en Roma.

En 1899 , inició la rama de los Eremitas de la Divina Providencia, que el 21 de marzo de 1903 fue reconocida canónicamente como la Pequeña Obra de la Divina Providencia, también llamados los Hijos de la Divina Providencia formada por sacerdotes, hermanos coadjutores y eremitas), el Papa León XIII, aprobó sus primeras Constituciones de 1904, su misión fue: ‘conseguir la unión de las Iglesias separadas’.

Un terremoto de diciembre de 1908, provocó 90 mil muertes, el padre Orione acudió a Reggio Calabria y a Mesina, para socorrer especialmente a los huérfanos, y fue el promotor de la reconstrucción civil y religiosa.

En 1915 fundó la Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad. En 1927 fundó una rama contemplativa, las Hermanas Adoratrices Sacramentinas invidentes, a las que se unieron después las Contemplativas de Jesús Crucificado. Impulso la creación de diversas asociaciones, creo el Instituto Secular Orionino y el Movimiento Laical Orionino.

Después de la Primera Guerra Mundial (1814-1918) se multiplicaron las escuelas, los colegios, las colonias agrícolas, las obras caritativas y asistenciales. El padre Orione levantó en las periferias de las grandes ciudades los Pequeños Cottolengos: en Génova y Milán; en Buenos Aires; en San Pablo en Brasil; en Santiago de Chile. Estas instituciones destinadas a acoger a los hermanos más sufrientes y necesitados, eran consideradas por él como ‘nuevos púlpitos’ desde los que hablar de Cristo y de la Iglesia, ‘faros de fe y de civilización’. El celo misionero del padre Orione, fue singular, en 1913 envío a Brasil, a sus primeros religiosos, su obra se extendió a Argentina y Uruguay (1921), a Palestina (1921), a Polonia (1923), a Rodi (1925, a los Estados Unidos de América (1934), a Inglaterra (1935) y a Albania (1936). Él mismo, en 1921-1922 y en 1934-1937, realizó dos viajes misioneros a América Latina, a Argentina, Brasil y Uruguay, llegando hasta Chile.

Gozó de la estima personal de Pío X, Benedicto XV, Pío XI, Pío XII y de las autoridades de la Santa Sede, quienes le confiaron numerosas y delicadas responsabilidades dentro de la Iglesia como en las relaciones con el mundo civil.

Falleció el 12 de marzo de 1940, fue sepultado en Tortona, en la cripta del santuario de la Virgen de la Guardia. En 1965 su cuerpo, fue hallado intacto, éste fue colocado en un puesto de honor en el mismo santuario visible a los fieles. Fue beatificación el 26 de octubre de 1980 y fue canonizado el 16 de mayo de 2004 por San Juan Pablo II.