El 11 de octubre de 2022, durante el Congreso extraordinario de Consultores Teólogos del Dicasterio para las Causas de los Santos, emitió por unanimidad el dictamen positivo acerca de las virtudes heroicas, la reputación de santidad y los signos del Siervo de Dios Carlo Crespi Croci, (1891-1982) sacerdote y religioso de la Sociedad de San Francisco de Sales, quien fuera misionero en el Ecuador (Fuente: ANS).

Lo anterior fue recibido con alegría en la inspectoría salesiana de Ecuador, particularmente en la ciudad de Cuenca, donde Crespi realizó gran parte de su trabajo misionero. Igualmente la noticia causó alegría en Legnano, Italia, su ciudad natal.

El padre Pierluigi Cameroni, Postulador General para las Causas de los Santos de la Familia Salesiana comentó al respecto: "Verdaderamente una figura de gran profundidad espiritual, misionera y cultural que transmite un fuerte mensaje de esperanza y nos ofrece el testimonio de una vida totalmente entregada a la causa del Reino de Dios al servicio de los pobres y de los pequeños, con el dinamismo apostólico y la alegría salesiana de Don Bosco”.

Reseña biográfica

Carlo Crespi Croci nació en Legnano (Milán) el 29 de mayo de 1891, fue el tercero de trece hijos. A la edad de doce años conoció a los salesianos en el Colegio San Ambrosio, Milán, donde completó sus estudios primarios. En 1903 cursó sus estudios en la secundaria de los salesianos de Valsalice, Turín , lugar donde escuchó la llamada de Don Bosco. El 8 de septiembre de 1907 hizo su primera profesión como salesiano y en 1910 emitió la profesión perpetua. En 1917 fue ordenado sacerdote.

En la Universidad de Padua, descubrió la existencia de un microorganismo desconocido hasta entonces, despertando el interés de los científicos. En 1921 se doctoró en Ciencias Naturales y más tarde se graduó como licenciado en Música. En 1923 partió en misión a Ecuador.

Desembarcó en Guayaquil, ahí se dirigió a Quito; donde poco después se trasladó a Cuenca, donde permaneció toda su vida. Comenzó su enorme obra por los pobres instalando el sistema de luz eléctrica en Macas, abrió una Escuela Agrícola en Yanuncay. Logró abrir otros numerosos laboratorios, creó la primera Escuela de Artes y Oficios, que posteriormente se transformó en la reconocida Universidad Politécnica Salesiana. En Yanuncay dió alojamiento a los novicios y en 1940 inauguró la Facultad de Ciencias de la Educación, convirtiéndose en su primer Rector. También estableció la escuela primaria “Cornelio Merchán” para niños pobres.

Abrió un Colegio de Estudios Orientales para ofrecer formación a los salesianos destinados al Oriente ecuatoriano. Fundó el Museo Carlo Crespi, reconocido por sus grandes aportes y hallazgos científicos, muy conocido aún más allá de América.

El p. Crespi divulgó la devoción a María Auxiliadora, consumiendo su vida en el santuario a ella dedicado. Su confesionario, sobre todo en los últimos años de su vida, solía estar saturado, y la gente espontáneamente comenzó a llamarlo "San Carlo Crespi". Siempre permaneció entre los pobres: los domingos por la tarde enseñaba el catecismo a los niños de la calle, ofreciéndoles además de entretenimiento y el alimento y pan cotidiano, además organizó talleres de corte y confección para las niñas pobres de la ciudad.

Murió en Cuenca el 30 de abril de 1982. Hoy goza de fama de santidad y es venerado como protector de los pobres. La “Positio” ahora pasará a ser estudiada por los Cardenales y Obispos de la Congregación de las Causas de los Santos: si el fuera positivo, el estudio y evaluación permitirán al Santo Padre declarar al padre Carlo Crespi "Venerable”. Se requerirá como en otros casos de un milagro atribuido a su intercesión abrir paso al camino de su beatificación.