Ciudad de Pilar, Argentina: en el contexto de la 121° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina ( 7- 11 de noviembre) su integrantes nombraron San Artémides Zatti SDB como patrono de los enfermeros y enfermeras de Argentina.

De esta forma los Arzobispos y Obispos reconocen el patronato de la profesión de la salud primaria, que la canonización del Coadjutor Salesiano puso de manifiesto cuando el Santo Padre Papa Francisco a nombre de toda la Iglesia, reconoció el cercano seguimiento de Cristo que este religioso salesianos atestiguó desde la practica de bien al prójimo a través del noble oficio del cuidado de los enfermos.

En argentina casi un cuarto de millón de mujeres y hombres se dedican a atender –en ocasiones con grande precariedad – a miles de sus conciudadanos, la protección de San Artémides seguramente se extiende a todos los profesionales de la salud a todo el mundo, pero por ahora los profesionales de la salud tienen más que asegurado que tiene un modelo de buen cristiano que camino por sus tierras (Viedma, el Carmen, la Patagonia) y quien pueden imitar y tomar como ejemplo cierto del seguimiento de Jesús.

 

Reseña sobre de San Artémides Zatti

Artémides Zatti nació en Boretto, al norte de Italia, el 12 de octubre de 1880, sus padres fueron los esposos Luis Zatti y Albina Vecchi eran, católicos devotos. Emigraron a Argentina en 1897, para residir en Bahía Blanca, donde les esperaba uno de sus tíos que ya era residente del lugar.

El emitió su profesión religiosa como Salesiano Coadjutor el 18 de febrero de 1911 Artémides Zatti. Fue un enfermero y religioso salesiano, por 50 años dedico su vida –cumpliendo una promesa que hizo a la Virgen por haberlo sanado- a los pobres y enfermos de Viedma, Río Negro. Tras el fallecimiento de unos de sus mentores paso a ser director del hospital ‘San José’, en la Patagonia argentina.

Zatti visitaba a los enfermos sin importar las condiciones y con su bicicleta –que era su medio preferido de transporte-, se trasladaba incluso a atender a gente en zonas muy alejadas de la Patagonia. E su hospital la primicia de la atención era para los más pobres y necesitados, a quienes no se le cobraba un solo centavo.

En 1914 se le otorgó la ciudadanía argentina. Durante toda su vida estudió y se formó en el ámbito de la salud, recibiendo en 1948, a los 67 años, su reconocimiento profesional oficial como ‘Enfermero’ en la Universidad de La Plata, Buenos Aires.

El 19 de julio de 1950, le fue diagnosticado cáncer tras ser atendido por haber caído de una escalera. A pesar de su enfermedad y desmejora en su condición continuó con el cuidado de los enfermos hasta que su cuerpo no pudo más.

Falleció el 15 de marzo de 1951 a los 70 años de edad, 48 de ellos dedicados a los pacientes del Hospital San José y con 40 años como Salesiano de Don Bosco. Hoy reposa en la parroquia San Juan Bosco de la ciudad de Viedma.

San Juan Pablo II lo proclamó beato el 14 de abril de 2002, y el Papa Francisco lo canonizó el pasado 9 de octubre de 2022, salesianos coadjutores y sacerdotes de todo el mundo –incluidos hermanos de México-México- participaron en el Vaticano de ese gran acontecimiento.

(Fuente: ANS)