Este domingo, 16 de julio de 2023, día en que se celebra la fiesta de Nuestra Señora del Monte Carmelo, el Papa Francisco, desde su estudio en el Palacio Vaticano, antes de iniciar el rezo del Ángelus, ofreció su comentario al Evangelio del día, el cual narra la bella y muy significativa 'Parábola del Sembrador' (Mt 13,1-23) (Fuentes: Vaticano, SPSS, Vatican Media, Vatican News y Dicasterio para la Comunicación).

El Santo Pontífice destacó los protagonistas que actualizan en la vida esta parábola "si la Palabra es la semilla, nosotros somos el terreno: podemos recibirla o no. Pero Jesús, 'buen sembrador', no se cansa de sembrarla con generosidad" dijo el Papa, quien Cristo siempre espera que rindamos frutos y nos llama a sembrar sin descanso. A los padres de familia los llamó a sembrar sin cesar, la palabra de Dios en sus hijos, y destacó que los jóvenes también pueden sembrar el Evangelio en los surcos de la vida cotidiana, pues la oración es la pequeña semilla que encomendada a Jesús pondrá, sin duda alguna, madurar y crecer.

Además, el Papa Francisco en su palabras tras el rezo del Ángelus, trajo a la memoria que un 19 de julio de 1943, durante el desarrollo de la 2ª Guerra Mundial, Roma sufrió un bombardeo que impactó sobre todo a población de San Lorenzo, por lo que en ese entonces el Venerable Papa Pío XII fue a visitar aquel pueblo que había sido devastado, para consolar a su gente, S.S. Francisco lamentó que la humanidad pareciera perder la memoria sobre estos hechos y rogó para que la familia humana sea liberada del flagelo de la guerra, al mismo tiempo el Sucesor de San Pedro exhortó para que se siga orando por el pueblo ucraniano que al día de hoy continua sufriendo los estragos de una guerra sin sentido.

El Papa saludo a todas la parroquias que en este tiempo realizan actividades en beneficio de los estudiantes que están de vacaciones, y destacó que ahí en el vaticano se llevaba a cabo una muy apreciada -que por cierto son la vacaciones que animan los salesianos y las salesianas con el lema 'Bee heroes -equipos de héroes".

Comentario del Papa Francisco al Evangelio de este Domingo 16 de julio:

"Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy el Evangelio nos presenta la parábola del sembrador (cfr Mt 13,1-23). La de la 'siembra' es una imagen muy hermosa, y Jesús la usa para describir el don de su Palabra. Imaginemos una semilla: es pequeña, casi no se ve, pero hace crecer plantas que dan frutos. La Palabra de Dios es así; pensemos en el Evangelio, un pequeño libro, sencillo y al alcance de todos, que produce vida nueva en quien lo acoge. Por tanto, si la Palabra es la semilla, nosotros somos el terreno: podemos recibirla o no. Pero Jesús, 'buen sembrador', no se cansa de sembrarla con generosidad. Conoce nuestro terreno, sabe que las piedras de nuestra inconstancia y las espinas de nuestros vicios (cfr vv. 21-22) pueden sofocar la Palabra, y sin embargo espera, siempre espera que nosotros podamos dar fruto abundante (cfr v. 8).

Así actúa el Señor y así estamos llamados a actuar también nosotros: a sembrar sin cansarnos. ¿Pero cómo se puede hacer esto, sembrar continuamente sin cansarnos? Pongamos algún ejemplo.

En primer lugar, los padres: ellos siembran el bien y la fe en los hijos, y están llamados a hacerlo sin desanimarse aunque a veces estos parecen no entenderlos y no apreciar sus enseñanzas, o si la mentalidad del mundo 'rema en contra'. La semilla buena se queda, esto es lo que cuenta, y echará raíces en el momento adecuado. Pero si, cediendo a la desconfianza, renuncian a sembrar y dejan a los hijos a merced de las modas y del móvil, sin dedicarles tiempo, sin educarles, entonces el terreno fértil se llenará de malas hierbas. Padres, ¡no se cansen de sembrar en los hijos!"

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Miramos después a los jóvenes: también ellos pueden sembrar el Evangelio en los surcos de la vida cotidiana. Por ejemplo, con la oración: es una pequeña semilla que no se ve, pero con la cual se encomienda a Jesús todo lo que se vive, y así Él puede hacerlo madurar. Pero pienso también en el tiempo para dedicar a los otros, a quien lo necesita más: puede parecer perdido, sin embargo es tiempo santo, mientras las satisfacciones aparentes del consumismo y del hedonismo dejan las manos vacías. Y pienso en el estudio: es verdad, es cansado y no es inmediatamente satisfactorio, como cuando se siembra, pero es esencial para construir un futuro mejor para todos.

Hemos visto los padres, hemos visto los jóvenes; ahora vemos los sembradores del Evangelio, muchos buenos sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos en el anuncio, que viven y predican la Palabra de Dios a menudo sin registrar éxitos inmediatos. No olvidemos nunca, cuando anunciamos la Palabra, que también donde parece que no sucede nada, en realidad el Espíritu Santo está trabajando y el reino de Dios ya está creciendo, a través y más allá de nuestros esfuerzos. Por eso, ¡adelante con alegría, queridos hermanos y hermanas! Recordemos a las personas que han puesto la semilla de la Palabra de Dios en nuestra vida – cada uno de nosotros piense: '¿cómo empezó mi fe?' -; quizá ha brotado años después de que hayamos encontrado sus ejemplos, ¡pero ha sucedido precisamente gracias a ellos!

A la luz de todo esto podemos preguntarnos: ¿yo siembro el bien? ¿Me preocupo solo por recoger para mí o también de sembrar para los otros? ¿Lanzo algunas semillas del Evangelio en la vida de todos los días: estudio, trabajo, tiempo libre? ¿Me desanimo o, como Jesús, sigo sembrando, también si no veo resultados inmediatos? María, que hoy veneramos como Virgen del Monte Carmelo, nos ayude a ser sembradores generosos y alegres de la Buena Noticia."

Palabras del Santo Padre, tras el rezo del Ángelus y llamamiento a orar para que la familia humana sea liberada del flagelo de la guerra

"Queridos hermanos y hermanas,

Les saludo a todos ustedes, romanos y peregrinos de varios países.

Saludo a las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de los Apóstoles, reunidas en Roma para su Capítulo General.

Envío de corazón mi saludo a la Comunidad Cenáculo, que desde hace 40 años es lugar de acogida y promoción humana; bendigo a la madre Elvira, al obispo de Saluzzo y a todas las hermandades y a los amigos. ¡Es hermoso lo que hacen y es hermosos que emocionan! ¡Gracias!

Quiero recordar que hace ochenta años, el 19 de julio de 1943, algunos barrios de Roma, especialmente San Lorenzo, fueron bombardeados, y el Papa, el venerable Pío XII, quiso ir en medio del pueblo devastado. Lamentablemente también hoy estas tragedias se repiten. ¿Cómo es posible? ¿Hemos perdido la memoria? El Señor tenga piedad de nosotros y libere a la familia humana del flagelo de la guerra. En particular rezamos por el querido pueblo ucraniano, que sufre tanto.

Deseo saludar y dar las gracias a todas las parroquias que en este periodo realizan actividades de verano con los niños y los jóvenes – también en el Vaticano hay una muy apreciada -. ¡Gracias a los sacerdotes, a las monjas, a los animadores y a las familias! En este contexto dirijo un saludo para la próxima edición del Giffoni Film Festival, donde los protagonistas son los muchachos y los jóvenes.

Les deseo a todos un feliz domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí: yo lo hago por ustedes. Buen almuerzo y hasta pronto."