Ya para concluir la solemne Misa de la Ascensión del Señor, el 1º de junio de 2025, VII Domingo de Pascua, que presidió el Santo Padre León XIV en la Plaza de San Pedro Domingo, que reunió cerca de 45 mil fieles y peregrinos con motivo del Jubileo de las Familias, de los Niños, de los Abuelos y de los Ancianos, el Papa ofreció un breve comentario para el rezo del Regina Caeli, donde primero agradeció a todos los participantes el haberse hecho presentes y haber venido de diversas partes del mundo en total de 130 países, pudio que la fe y esperanza crecieran siempre en las familias. Destacó la fiesta de la solemnidad de Ascensión del Señor, además la beatificación de 15 religiosas mártires asesinadas por el ejercito Rojo en 1945 en Polonia.
Imploró la intercesión de la Virgen en las Familias que experimentan dificultades sobre todo en los países que hoy enfrentan conflictos bélicos.
“Al final de esta Eucaristía, deseo dirigir un saludo cordial a todos ustedes, participantes en el Jubileo de las Familias, de los Niños, de los Abuelos y de los Ancianos. Han venido de todas partes del mundo, con delegaciones de ciento treinta y un países.
Estoy contento de acoger a tantos niños, que reavivan nuestra esperanza. Saludo a todas las familias, pequeñas iglesias domésticas, en las que el Evangelio es acogido y transmitido. La familia -decía san Juan Pablo II- tiene su origen en el amor con que el Creador abraza al mundo creado (Cfr. Carta Gratissimam sane, 2). Que la fe, la esperanza y la caridad crezcan siempre en nuestras familias. Un saludo especial a los abuelos y ancianos, ustedes son modelo genuino de fe e inspiración para las generaciones jóvenes. ¡Gracias por venir!
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Extiendo mi saludo a todos los peregrinos presentes, en particular a los de la diócesis de Mondovì, en Piamonte.
Hoy en Italia y en varios países se celebra la solemnidad de la Ascensión del Señor. Es una fiesta muy hermosa, que nos hace mirar hacia el objetivo de nuestro viaje terrenal. En este horizonte, recuerdo que ayer en Braniewo, en (Polonia), fueron beatificadas Cristófora Klomfass y catorce hermanas de la Congregación de Santa Catalina Virgen y Mártir, asesinadas en 1945 por los soldados del Ejército Rojo en los territorios de la actual Polonia. A pesar del clima de odio y terror contra la fe católica, siguieron sirviendo a los enfermos y huérfanos. A la intercesión de las nuevas beatas mártires encomendamos a las religiosas que en todo el mundo gastan su vida generosamente por el Reino de Dios.
Recuerdo también hoy la Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales y doy las gracias a los trabajadores de los medios de comunicación que, cuidando la calidad ética de los mensajes, ayudan a las familias en su tarea educativa.
Que la Virgen María bendiga a las familias y las sostenga en sus dificultades. Pienso especialmente en aquellas que sufren a causa de la guerra en Oriente Medio, en Ucrania y en otras partes del mundo. Que la Madre de Dios nos ayude a caminar juntos por el sendero de la paz.”
(Fuentes: Vaticano, OPSS, Vartican News, Vatican Media y Dicasterio para la Comunicación)