26 de abril, Ucrania: Desde Misiones Salesianas y la Agencia Salesiana de noticias llega el testimonio de Mons. Vitalij Kryvytskyi, joven obispo salesiano de la diócesis de Kiev-Zhytomyr, designado en 2017 a los 44 años de edad para dirigir la diócesis, hoy a sus 49, comentó como el bombardeo de la noche del 24 de febrero lo dejó atónito, como a cualquiera: “Fue un shock… Hay una guerra en curso y es una de las pruebas más duras para el amor cristiano, la de poder amar a los enemigos" (Fuente: ANS).

En un dialogo que sostuvo con el padre Roman Sikon, SDB, y Michal Krol, de “Misiones Salesianas”, durante un respiro entre sus viajes para atender a la población de su diócesis, el prelado afirmó: “Con los fieles o mis sacerdotes comentamos a menudo cuántas veces en el pasado habíamos leído los pasajes del Evangelio en los que Jesús dice que ama a sus enemigos. Siempre pensábamos: 'Claro, ya está, ¡Jesús tiene razón!'. Pero todo parece simple solo hasta que realmente hay que ponerlo en práctica…

Sin minimizar lo que está pasando en Mariupol, Chernihiv, Kharkiv..., en realidad la gente que vive en las áreas más seguras están teniendo una experiencia más intensa de la guerra. Sienten el odio de esta agresión a Ucrania y muchos sienten odio por lo que les está pasando en su país. Es puro miedo, es la muerte la que recorre las calles de nuestras ciudades. En cambio, en las zonas más directamente expuestas a los enfrentamientos se ven personas que no pierden el optimismo, que además logran bromear en estos momentos difíciles, y que pueden ver que Dios los protege al pasar por las balas”.

Lo dice firme ante una experiencia de dos meses de ataques continuos donde a anima, exhorta, consuela, ayuda, acompaña y agradecer a todos los voluntarios dispuestos para distribuir y llevar ayuda humanitaria a los lugares más peligrosos. Recorre las naves laterales de las iglesias, transformadas en depósitos se empeña en definir y establecer las prioridades y lo que hay por hacer, conoce las necesidades de su diócesis, a los salesianos les pidió la ayuda de acuerdo a lo que es prioritario: pan -enviado en camión desde Polonia-, otros alimentos, sábanas y colchones.

Él mismo participa de las videoconferencias del equipo salesiano que coordina la gestión de ayuda a la población ucraniana: “Muchas cosas varían de un día a otro. Teníamos algo de ayuda para enviar a Chernihiv, donde la población corre el riesgo de quedarse sin alimentos, pero ahora solo se puede llegar a la ciudad por el río. Por eso hemos conseguido embarcaciones”.

Tanto como  salesiano,   como pastor de la Iglesia y responsable de la diócesis de Kiev-Zhytomyr, Mons. Kryvytskyi expresó t su agradecimiento por el trabajo de la Familia Salesiana a favor de la población ucraniana: “Gracias por las donaciones enviadas, por la ayuda que le permitió huir a muchos refugiados, y por cualquier otra actividad que estén planeando, porque de su ayuda nos hemos hecho dependientes”, añadió el prelado al concluir su encuentro virtual con la coordinación salesiana,   antes de saludar a todos y otorgarles  la bendición apostólica.