La Iglesia en este tercer Domingo de Adviento cambia su color litúrgico a Rosa, igual será tono del cirio de la Corona, que nos llama a regocijarnos, a experimentar el gozo que anuncia que el Señor esta cerca, en la lecturas se y en el Evangelio se da continuidad al testimonio de Juan el Bautista, mas el ‘precursor’ revela que no es él el Mesías, sino otro que bautizará no con agua sin con el Espíritu de Dios.

La Palabra ‘Gaudete’, cuya raíz proviene del latín se traduce al español como ‘alégrense’, ‘regocíjense’ o ‘gócense’, por lo que la familia deberá encender la vela o cirio rosado, mismo que puede llevar o tener esta palabra inscrita. Se trata de una exhortación a la alegría en el Señor. Esta frase latina fue inspirada por un versículo de la Carta de San Pablo a los Filipenses ‘Estén siempre alegres en el Señor, se los repito, estén alegres, el Señor está cerca’ (Flp 4, 4-5) ‘Gaudete semper in Domino, gaudete dico’, esta felicidad se debe a que la solemnidad de Navidad está ya muy cerca, por lo que todo en la liturgia se torna en gozo, las flores de la iglesia cambian y todo se renueva y embellece, la música, los ornamentos y vestiduras litúrgicas

 

Diciembre 2023

Adviento

Oración sugerida

Evangelio

17

Tercer Domingo

Vela Rosa

Mismo color litúrgico

Domingo de Gaudete

‘Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor'‘

La esperanza se acrecentaba Ven, Señor Jesús. Amén

San Juan 1, 6-8. 19-28

‘Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.

Éste es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: ‘¿Quién eres tú?’.

Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó: ‘Yo no soy el Mesías’. De nuevo le preguntaron: ‘¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?’. Él les respondió: ‘No lo soy’. ‘¿Eres el profeta?’. Respondió: ‘No’. Le dijeron: ‘Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?’. Juan les contestó: ‘Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor', como anunció el profeta Isaías’.

Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: ‘Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?’. Juan les respondió: ‘Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias’. Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba’

III DOMINGO de Adviento día 17 de diciembre

Domingo III de Adviento o Gaudete ‘O sapientia’ * ‘¡Oh, sabiduría!’

MR, p. 135 (159) / Lecc. I, p. 131 LH, Semana III del Salterio.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Flp 4, 4. 5

Estén siempre alegres en el Señor, les repito, estén alegres. El Señor está cerca.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que contemplas a tu pueblo esperando fervorosamente la fiesta del nacimiento de tu Hijo, concédenos poder alcanzar la dicha que nos trae la salvación y celebrarla siempre, con la solemnidad de nuestras ofrendas y con vivísima alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Me alegro en el Señor con toda el alma.

Del libro del profeta Isaías: 61, 1-2.10-11

El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres, a curar a los de corazón quebrantado, a proclamar el perdón a los cautivos, la libertad a los prisioneros, y a pregonar el año de gracia del Señor.

Me alegro en el Señor con toda el alma y me lleno de júbilo en mi Dios, porque me revistió con vestiduras de salvación y me cubrió con un manto de justicia, como el novio que se pone la corona, como la novia que se adorna con sus joyas.

Así como la tierra echa sus brotes y el jardín hace germinar lo sembrado en él, así el Señor hará brotar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Lucas 1,46-48.49-50.53-54. R/.

Mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso los ojos en la humildad de su esclava.

R/.

Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.

R/.

A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo.

R/.

SEGUNDA LECTURA

Conservémonos irreprochables en cuerpo y alma hasta la llegada del Señor.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 5, 16-24

Hermanos: Vivan siempre alegres, oren sin cesar, den gracias en toda ocasión, pues esto es lo que Dios quiere de ustedes en Cristo Jesús. No impidan la acción del Espíritu Santo, ni desprecien el don de profecía; pero sométanlo todo a prueba y quédense con lo bueno. Absténganse de toda clase de mal. Que el Dios de la paz los santifique a ustedes en todo y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, se conserve irreprochable hasta la llegada de nuestro Señor Jesucristo. El que los ha llamado es fiel y cumplirá su promesa.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 15 61, 1 (cit. en Lc 4, 18)

R/. Aleluya, aleluya.

El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres. R/.

EVANGELIO

En medio de ustedes hay uno al que ustedes no conocen.

Del santo Evangelio según san Juan: 1, 6-8. 19-28

Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.

Éste es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: ‘¿Quién eres tú?’.

Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó: ‘Yo no soy el Mesías’. De nuevo le preguntaron: ‘¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?’. Él les respondió: ‘No lo soy’. ‘¿Eres el profeta?’. Respondió: ‘No’. Le dijeron: ‘Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?’. Juan les contestó: ‘Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor', como anunció el profeta Isaías’.

Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: ‘Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?’. Juan les respondió: ‘Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias’. Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Fuentes:

Desde la Fe. (2018).

La Verdad Católica (LVC). (2023). Misal de diciembre de 2023. http://laverdadcatolica.org/MisalDiciembre2023.htm

Sanz de Miguel, E. (2023). Adviento: Historia, teología y espiritualidad. https://www.portalcarmelitano.org/liturgia/122-liturgia-articulos/434-adviento-historia-teologia-y-espiritualidad.html

Sunders, W. (2000). The History of the Advent Wreath. https://www.catholiceducation.org/en/culture/catholic-contributions/the-history-of-the-advent-wreath.html