El Cardenal Ángel Fernández Artime, Rector Mayor durante su Visita de Animación a las misiones salesianas en Mato Grosso, Brasil, convivió y se hizo cercano a los nativos Boe-Bororo y Xavante, dijo experimentar una "profunda emoción" y "enorme gratitud".
El 12 de marzo tras rezar las laúdes con misioneros y misioneras salesianos, el Rector Mayor ofreció palabras de aliento a sus hermanos de Congregación, y les recordó que el trabajo entre indígenas es uno de los pilares de la acción salesiana.
Posteriormente el Card. Fernández Artime se trasladó a apartado pueblo de Nuestra Señora de Fátima, que también asisten los salesianos de São Marcos. El Sucesor de Don Bosco fue recibido con afecto por los nativos, ellos se distribuyeron en hileras para recibir su bendición. Ahí Presidió la celebración Eucarística, la liturgia inició con una procesión, fue acompañada con cantos lengua autóctona. Alrededor del altar se conglomeró una gran asamblea de gente xavante
Concelebraron padres salesianos: Ricardo Carlos, Inspector de Brasil-Campo Grande; Ademir Lima, Vicario inspectorial; Douglas Chrystiano Souza, Director de los Misioneros de São Marcos; Alfred Haidleel Párroco de la comunidad misionera; Slawomir Bronakowski Director de la presencia salesiana de Barra do Garças y el sacerdote misionero Miguel Paes da Silva. En las reuniones y eventos en Meruri participó Sor Teresinha Ambrosim, fma, superiora de la Inspectoría de Brasil-Belo Horizonte.
Tras la Eucaristía, el Cardenal Fernández recibió el título de ciudadano del municipio de Barra do Garças, además de un tocado que los disntiguió como “jefe xavante”, en reconocimiento al servicio prestado por los salesianos entre los indígenas.
A las 3 pm, una gran multitud de nativos le recibió en la presencia misionera de Sangradouro. Poco después el padre Amércio Rezende de Oliveira Director de la comunidad de misioneros, le acompañó al poblado xavante cercano a la obra, con el fin de participara en la "Warã" de Sangradouro, reunión con los ancianos, autoridades indígenas, con los entabló un respetuoso diálogo, en el cual le agradecieron por la labor de sus salesianos, y además se le solicitó el envío de más de ellos.
Con emotivas palabras el Cardenal Ángel destacó su sentir sobre su visita: “Ya conocía mucho de nuestras misiones en Mato Grosso gracias a la información recibida en Europa, pero ahora que me encuentro frente a la realidad de estas misiones, el primer sentimiento es de profunda emoción y agradecimiento a Dios por estas décadas y este aniversario de servicio. Para mí, esta realidad es motivo de enorme gratitud por todo lo que, con la gracia de Dios, todos nuestros hermanos y hermanas que nos precedieron han hecho por estos pueblos". Y finalizó agregando "Si no fuera por la presencia del carisma de Don Bosco, la realidad de estos pueblos sería ciertamente diferente. O no estarían aquí, o serían mucho más pequeños, o no estarían en algunas de estas tierras, o no se habrían multiplicado tanto. Creo que, a pesar de todos nuestros límites, hemos logrado respetar su cultura. Por eso estoy profundamente conmovido por la gratitud que nos muestran".