De acuerdo la Padre Daniel Antúnez, salesiano argentino y Presidente de Missioni Don Bosco quien en fechas recientes visitó la ciudad de Lviv –Leopolis- entre la frontera de Polonia y Ucrania afirmó que ‘En Ucrania - los salesianos- queremos ser militantes por la paz’
En sus propias palabras citadas por medios salesianos, tras visitar los diversos proyectos salesianos en Eslovaquia, Polonia y Ucrania en Lviv y Kiev, afirmó ‘En Lviv me impactó el cementerio en el centro de la ciudad. Un lugar donde toda la comunidad puede honrar a los soldados caídos, pero que está lleno de tumbas de jóvenes. Y en la ciudad también vi a muchas personas mutiladas por la guerra’.
‘Estas misiones son un signo tangible: queremos ser militantes por la paz en respuesta a quienes generan guerra y violencia. Las armas y las bombas hacen perder la dignidad humana y no permiten que las personas reconozcan en el otro a un hermano (...)
Después de los primeros auxilios espontáneos con los que también abrimos las puertas de nuestra Casa Madre de Valdocco para albergar a madres con hijos, algunas mujeres embarazadas y unos pocos hombres que fueron expulsados porque no podían luchar, ahora es necesario asegurar la eficacia de la ayuda. Llevamos más de dos años operando en la organización de comedores y en la provisión de ayuda alimentaria, pero la llegada de bienes no debe crear problemas de almacenamiento y distribución en el lugar’, (...) A pesar de que Lviv está lejos de los frentes más encendidos del conflicto, a menudo es alcanzada por misiles y drones. También allí sentí mucho cansancio, fatiga e incertidumbre sobre lo que podría suceder no solo mañana, sino también hoy mismo’.
Los salesianos son hoy un interlocutor directo para las autoridades locales ucranianas y para los desplazados internos por la guerra. ‘Por eso ha sido posible crear un programa inmediato de intervenciones a medida de lo que las comunidades necesitan -continúa el Presidente de Missioni Don Bosco-. Como, por ejemplo, la adquisición de una furgoneta que los salesianos de Cracovia utilizan para llevar a Ucrania los bienes solicitados y para regresar con quienes se exilian para huir. Además, las casas apoyadas por los salesianos en varias localidades del país, como Vynnyky donde llevamos nuestro antiguo pabellón de la Expo de Milán, y en los países vecinos, se han convertido en centros para operar la asistencia, con la mirada puesta en el 'después', cuando -esperamos pronto- los ucranianos puedan regresar a vivir en sus ciudades y necesiten normalidad’.
La misión de la Delegación salesiana pudo continuar hasta Kyiv para llevar solidaridad a la comunidad salesiana que opera en esa zona del país. ‘Alcanzamos la capital y nos encontramos con la pequeña comunidad salesiana reunida en el santuario de María Auxiliadora, en la zona sureste. Aquí 'Missioni Don Bosco' contribuyó a proteger a los residentes y a los jóvenes del oratorio de los bombardeos con la construcción de un refugio antimisiles. El próximo proyecto que tenemos se refiere a la accesibilidad de la estructura, donde también se acogen personas con discapacidades físicas y psíquicas como consecuencia de la guerra. En Kyiv también pudimos reunirnos con dos personas que habíamos alojado al estallido del conflicto en Valdocco y que luego habían regresado a Ucrania para estar con sus familias. Estaban felices de tenernos como huéspedes en su casa (...)
Este encuentro, me hizo comprender profundamente lo importante que es estar aquí, apoyar a esta comunidad golpeada por la tragedia de la guerra, y permanecer en empatía con todos ellos. Nuestra vida cristiana nos invita y nos mueve a estar cerca de quienes sufren, y la atención a los ucranianos, en este momento, es prioritaria para 'Missioni Don Bosco'. Queremos seguir siendo semilla de esperanza, como lo son las palabras del Pontífice que pide paz para este pueblo. Si el Papa Francisco está en condiciones de ir a Ucrania en persona, yo y muchos otros estamos listos para acompañarlo’.
(Fuente: ANS)