En la ciudad de Roma, de 16 al 18 de mayo en en el Instituto Francés ‘Centre Saint-Louis –Centro San Luis’, tuvo lugar el congreso internacional ‘Mettere la vita in Gioco. Convegno internazionale su sport e spiritualità’ - Poner la vida en Juego, Congreso internacional sobre deporte y espiritualidad.
La convocatoria fue iniciativa del Dicasterio para la Cultura y la Educación (DPCE) y de la embajada de Francia en Roma, con el preámbulo que París será la sede de los Juegos Olímpicos; cabe destacar la participación de Diego Pérez Ordóñez, Responsable del Deporte Educativo para los Salesianos de la Inspectoría ‘España-María Auxiliadora’ (SMX), quien relevó a los medios salesianos su experiencia y explicó la relevancia del Congreso que promueve al deporte como instrumento educativo y de crecimiento espiritual.
Destacó que el viernes 17 iniciaron con la santa Misa, que S.E.R. Mons. Giovanni Cesare Pagazzi, secretario del DPCE, presidió en San Luis de los Franceses
El Emmo. y Rvdmo. Sr. Card José Tolentino de Mendonça prefecto para el DPCE, a nombre y representación del Santo Padre dirigió a los participantes la siguiente ‘Es importante que la Iglesia reflexione sobre el deporte y lo valore adecuadamente en su acción evangelizadora’.
Subrayó la relevancia educativa de los adultos en el contexto deportivo, pues con sus valores humanos deben generar entornos y ambientes deportivos sanos y formativos, evitando actitudes contrarias a la educación o abusivas.
Enfatizo como San Pablo compara la vida a espiritual con una carrera (Cfr. 1 Cor. 9, 24; 2 Tim. 4,7-8) siendo la meta y galardón el mismo Cristo. La disciplina y templanza de los deportistas, el sano espíritu competitivo, a suele ser valorado como metáfora de una vida cristiana virtuosa. El deporte adquiere un rol más y más relevante en la sociedad, configura la vida cotidiana de muchas personas. Uso del tiempo libre que despierta intereses y oportunidades de encuentro, acerca y crea comunidad, dinamiza la vida de manera ordenada y promueve los sueños, especialmente en las generaciones más jóvenes.
Las intervenciones abordaron en varias ocasiones la dualidad del deporte y fe, mencionando frecuentemente a Don Bosco y al sistema preventivo, con ideas interesantes:
- Educar en la cultura del esfuerzo y del trabajo. Los 3 pilares en la educación: familia, escuela y deporte.
El deporte es:
- Una herramienta de inclusión que rompe barreras.
- Un terreno fértil donde se puede educar y evangelizar.
- El lugar donde cada joven puede dar lo mejor de sí mismo.
- A través de él se puede trabajar el perdón y sirve para aprender sobre el sacrificio.
También tocaron la relación ideológica entre la Iglesia y el deporte, la visión antropológica del deporte y el cuerpo humano, el deporte y sus bases teológicas y culturales.
El último día tuvo lugar una ‘carrera de relevos solidaria’ en el Circo Máximo, ‘para mostrar a la sociedad civil la relevancia social del deporte mismo’.
(Fuentes: ANS y DPCE)