El pasado 20 de julio de 2024, en el Oratorio Miguel Rúa de la Ciudad de Puebla, tuvo lugar la gran celebración con motivo del 90 aniversario de su nacimiento y 54 de vida sacerdotal del buen Padre Miguel Huitzil Cuátzil, hijo de San Juan Bosco, originario de Cuautlancingo - Puebla; le acompañaron sus Hermanos Salesianos la Comunidad de San Miguel Arcángel -cuya sede es el edificio del antiguo Instituto Juan Ponce de León (IJPL) -, y otros más de la Comunidad de la Casa Zatti de CDMX; también los feligreses que asisten al templo de San "Miguelito" -ubicado en la calle 17 norte #806, Colonia Centro- que atiende el padre Huitzil; Oratorianos; miembros de diversos grupos de la Familia Salesiana; admiradores de Don Bosco y de María Auxiliadora; familiares y amigos, encabezados por el Padre Inspector Ignacio Ocampo Uribe, todos ellos se reunieron para conmemoran la fecunda y laboriosa vida de este fiel religioso y pastor de almas.
La Santa Misa tuvo lugar en la zona de canchas techadas del voleibol del Oratorio, fue presidida por el padre Miguel; además del Padre Inspector concelebraron los padres salesianos: Juan Aaron Cerezo Huerta, director de la comunidad Salesiana de San Miguel; Jaime Franco Esparza Director del Oratorio Miguel Rúa, Gabino Hérnandez Paleta -a quien el Padre Huitzil conoció desde muy pequeño y quien es su paisano-, Manuel Rodríguez Maldonado, Marco Antonio Gutiérrez Loyola -con quienes compartió la vida misionera-, José Trinidad López Ornelas y Miguel Ángel Lezama Rojas, Director de Caza Zatti. Cabe mencionar que más tarde se hizo presente el p. Héctor Ugarte Sandoval.
Tras concluir la santa Misa a todos los presentes se les invitó a trasladarse al antiguo salón de estudio del IJPL, donde se ofreció una rica comida; los comensales disfrutaron del plato tradicional local: mole poblano. En aquel festivo contexto, familiar y de gran alegría se dio un discurso de felicitaciones por esta singular ocasión del que participaron diversas personas; en la gala se presentaron diversos bailables folklóricos mexicanos; posteriormente el padre Miguel cortó dos grandes pasteles -tartas- cuyos adornos recordaban su festejo natalicio y de vida sacerdotal.
Durante el festín en su honor se pidió al padre Huitzil dirigir algunas palabras a los invitados; en ellas él expresó la gran gratitud que sentía hacia sus padres sobre todo a su señora madre a quien reconoció le "debía todo" en especial el haberle inculcado los valores de la Fe, el amor al trabajo entre muchas otras cosas útiles para su vida sacerdotal y religiosa; por su parte el padre Juan Aarón expresó la gran admiración que profesa al padre Miguel, sobre todo porque durante su vida siempre había sido –subrayó el padre Cerezo- testimonio de la frase “oración y trabajo -trabajo y oración” lo que sintetiza el ideal de la vida consagrada.
Esta memorable ocasión concluyó con la impartición de la bendición de María Auxiliadora por parte del Padre Miguel Huitzil a todos los participantes.