Hoy 2 de diciembre de año 2021, conmemoramos el 129º aniversario de llegada de los primeros Salesianos a México, quienes fueron enviados a nuestro país por el primer sucesor de San Juan Bosco, el Beato, padre Miguel Rúa (1839-1910), durante el cuarto año de su Rectorado. En 1887 cuando Don Bosco aún vivía, recibió una visita de alumnos de sudamericanos quienes le preguntaron cuándo enviaría salesianos a México, el comentó: “No soy yo quien enviará salesianos a México; mi sucesor hará lo que yo no pueda. Puedes estar seguro de eso". (Desramaut, 2012, p. 168).

El padre Rúa, al enterarse del fallecimiento de S. E. R. Mons. Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos, Arzobispo de México – ocurrida el de febrero de 1891-, quiso dar respuesta al pedido de enviar salesianos, a nuestro país, pues el finado pastor de la Iglesia en México, había de había dado su bendición a una petición que tiempo atrás, había realizado un grupo de entusiastas católicos Mexicanos, admiradores de la obra salesiana (Cería, 1995b). Los religiosos salesianos enviados fueron : Los padres Ángel Piccono, Rafael Pipperni y Simón Visintainer; el clérigo en formación Agustín Osella y el Coadjutor Pedro Tagliaferri. Fueron recibidos el 2 de febrero de 1892, en el puerto de Veracruz, por el Sr. Ángel Lascuráin quien a través de un telegrama, informó al padre Rúa que los misioneros italianos había llegado ‘sin novedad’ (Bollettino Salesiano, 1893b, p. 36 )

El 19 de octubre 1892, habían partieron desde Turín, Italia, se dirigieron hacia Gerona de allí se trasladaron a Barcelona, España donde visitaron a la Familia Chopiotea. Posteriormente se alojaron en Sarria, creyendo que se embarcarían el 25 de octubre, pero los barcos no tuvieron cupo para ellos, iban repletos de tropas con destino a Cuba, así esperaron en la comunidad del p. Felipe Rinaldi y el p. Hermida, hasta que pudieron hacerse a la mar el 5 de noviembre, no sin antes ser homenajeados con una emotiva academia, que les ofreció la comunidad Salesiana de Sarria, cuyos miembros les encomendaron a la Virgen María de Guadalupe, patrona de México.

Los padres Rinaldi, Hermida y Gili se acompañaron el día 5 al muelle para abordar el barco de vapor “Antonio López” de la Compañía Trasatlántica Española, que hizo varias escalas, primero Málaga, Cruzaron el Estrecho de Gibraltar hasta llegar a Cádiz, visitaron una comunidad salesiana de Utrera y volvieron al mar y cruzaron el Atlántico, reportando que podían celebrar Misa y realizaban la mediación comunitaria en un espacio apartado, en la capilla del barco, explicaban al p. Rúa que gozaban de buena salud (Bollettino Salesiano, 1893a, p. 18).

El 15 de noviembre reportaron mal tiempo y tuvieron que atracar en San Juan de Puerto Rico, después su barco bordeó las Islas de Santo Tomás, la Culebra, Santo Domingo y las Bahamas y el 24 de noviembre desembarcaron en la Habana, Cuba, estaban preocupados porque la travesía seria ahora por el golfo de México, en temporada de ciclones, así que se encomendaban a las oraciones del P. Rúa, no obstante que el p. Piccono explicaba en su carta que esta llegaría a él el 24 de diciembre por lo que le deseaban feliz Navidad y año nuevo, sólo pedían de regalo de una carta de su Rector(Bollettino Salesiano, 1893a, p. 18).

En la Habana con ayuda del Superior e los padres Jesuitas de la isla, lograron ser recibidos el Sr. Obispo Mons. Coccia quien entre broma y broma, les dijo que cómo era aquello de que iban hacia México y no se quedaban en Cuba, les expresó que a pesar de contar con los Jesuitas, Escolapios y Vicentinos, ellos procuraban de los jóvenes en los colegios acomodados, pero había mucha necesidad de la presencia salesiana por la gran cantidad de niños pobres que no eran atendidos.

Después de ser asistidos por gente del Obispo y de conocer parte de la Habana, pasaron la noche en una residencia facilitado por la curia, se trasladarían a una embarcación más pequeña el “Ciudad Condal”. Todo les fue muy bien y gozaron de buen tiempo, así que divisaron tierra mexicana el 29 de noviembre de 1892, era Puerto Progreso, Yucatán, el Padre Pérez Capetillo que estaba empeñado en que dicha región hubiera una presencia salesiana, ya realizaba trabajos para lograr tal fin, él les visitó en el barco en que realizaron la travesía (Bollettino Salesiano, 1893b, p. 34).

El día primero de diciembre se empezaron a preparar cambiando sus vestimentas de clérigos a la de civiles para evitar contratiempos, se sienten extraños pero saben que es necesario, el 2 de diciembre desembarcaron en Veracruz, el Padre Ángel Piccono se sorprende y agradece a Dios por el calmado y apacible trayecto final, comenta la belleza del puerto, pero nota que hay mucha pobreza y enfermedad, incluso pululan los zopilotes.

Se maravilla por la belleza del Pico de Orizaba que nota a lo lejos, y comenta que :” Hoy un día feriado aquí, pues es la toma de posesión del Gobernador del Estado de Veracruz y se celebra la reelección del Presidente de la República D. Porfirio Díaz, y por eso se adornan de colores las naves, y ondea la bandera en todos los edificios mexicanos, tiene los mismos tres colores italianos: blanco, rojo y verde, pero en lugar de la cruz, lleva al medio un águila”.

El Sr. Ángel Lascuraín les da la bienvenida, además les comenta que partirán pronto por ferrocarril a la ciudad de México donde les recibirá el Arzobispo de México, el P. Piccono comenta en sus comunicados: ¡Ah! ¡Cuánto siento mi pequeñez! Pero confío en los buenos hermanos que me dio, en sus oraciones y sobre todo en la protección de María Santísima. Auxilio de los cristianos. –Y enfatiza contento- ¡Los primeros salesianos que pisan América del Norte entran en la novena de la Inmaculada Concepción! (Bollettino Salesiano, 1893b, p. 35).

Los Cooperadores Salesianos: principales promotores de la venida de los salesianos a México:

Fueron los Cooperadores Salesianos quienes de alguna u otra forma hicieron posible la llegada de estos primeros religiosos salesianos al país, eran encabezados por el Sr. Ángel Lascuraín quien era Presidente de su asociación de fieles cristianos a la que llamaban “Círculo Católico”. (Ceria Durante una junta realizada el 23 de junio de 1889, siendo secretario el Sr. Claudio Limón S. y tesorero el Sr. Francisco Villagrán, y como testigo S. E. R. Mons. Pelayo Labastida, redactaron una atenta solicitud dirigida a padre Miguel Rúa, primer sucesor de Don Bosco, rogándole enviar salesianos, ante la situación precaria que vivía México (Castellanos, 2007).

El padre Rúa contestó agradecido, al ver el empeño de aquel grupo los mexicanos, el de forma inmediata el sucesor de Don Bosco remitió los diplomas que acreditaban a aquellos buenos católicos como los primeros Cooperadores Salesianos Mexicanos. El envío de misioneros no fue de inmediato, pero Don Rúa mantuvo su promesa de destinarlos a México cuando fuera posible. Mientras tanto Doña Luisa García Conde, puso a disposición del Sr. Ángel Lascuraín, una de sus propiedades en la Calle de Santa María No. 2805, lo cual fue comunicado a Padre Rúa (Boletín Salesiano, 1967).

La Primera Casa fue inaugurada el 4 de febrero de 1890, el padre Rúa nombró a Sr. Ángel Lascurain como director provisional hasta la llegada de los Salesianos (Boletín Salesiano, 1967).

Era una época por demás compleja: En 1891, el Congreso mexicano había aprobado la reelección presidencial inmediata e indefinida, con fuerte influencia de la llamada "Junta Central Porfirista", su meta era perpetuar al militar José de la Cruz Porfirio Díaz Mori - mejor conocido como 'General Porfirio Díaz'-, quien antes de convertirse en un dictador, era considerado héroe de la nación, por haber participado de forma aguerrida y distinguida contra los franceses, en especial al dirigir a sus tropas con valentía durante la Batalla de Puebla. (Serrano, 2012).

Porfirio Díaz ya gobernaba México desde 1877, se le reconocía haber pacificado al país y haber pagado la deuda externa, atraído la inversión extranjera y favorecido la creación de una gran industrialización, y creado la red de trenes del país, pero había excluido y marginado a indígenas, peones, obreros, favoreciendo a la clase burguesa, terratenientes y caciques, además de ceder los bienes de la nación a extranjeros.

Pretendiendo aminorar el descontento popular en contra del presidente, la "Junta Central Porfirista", paso a llamarse "Unión Liberar", pretendiendo ser transformadora y popular pero la sociedad menos favorecida no pudo ser engañada, pues estaba desencantada del proceso electoral amañado a todos vistas, justificó ponerle el mote de ‘Los científicos’ a los cómplices de Díaz, en el especial por la tendencia positivista comtiana de Díaz. Con la ley Constitucional modificada su favor, el General Díaz procuró que los comicios de 1892 tendieran a su favor, y públicamente se anunció su tercera reelección, tomando posesión oficial un 1º de diciembre de 1892 (Garner, 2015, pp.132-133) provocando en descontento general. Esto sucedió en los días de la llegada de los salesianos al puerto de Veracruz, y como ya se ha dicho, fue notorio para el P. ángel Piccono (Bolletino Salesiano, 1893b p.35).

El país se dividía en conflictos y revueltas de obreros y campesinos, liderada por caudillos y políticos antirreeleccionistas, pues si bien Porfirio Díaz había impulsado la industrialización de México, la creación de una infraestructura ferrocarrilera que conectaba al país, entre otros puntos considerados muy progresistas, lo hizo en favor de empresas extranjeras y clases dominantes con la exclusión de los más pobres, reprimiendo con mano dura las revueltas que se presentaron en el país.

El clima era por demás difícil y se dirigía a un trasformación mayúscula que derivó en la Revolución, la reinstauración de la "no reelección" como principio constituyente y la promulgación de la Carta Magna de 1917 ( Serrano, 2012).

Han pasado 129 años desde la llegada de los primeros salesianos, existen 4 provincias, 2 de salesianos y 2 de salesianas, ha extendido el carisma de Don Bosco hasta consolidar en el país 10 de los 32 grupos de la Familia Salesiana, existen cientos de obras, en un México que es un país con una rica historia de fe con el don de la Virgen María de Guadalupe. Pero es una sociedad compleja, en constante transformación, los niños y niñas, adolescentes y jóvenes, constituyen una de sus mayores riquezas, ellos definen su futuro, progreso y desarrollo.

Por gracia de Dios son los valores católicos los que le sostienen como Nación, y la presencia de la Virgen María de Guadalupe, Auxiliadora de los Cristianos, protege a México con su manto maternal… aún así es indispensable que asumiendo el llamado del Papa Francisco sigamos siendo una Iglesia en Camino, que va a las periferias, que sabe reconocer su propio carisma, su labor específica y donarse al que más lo necesita.

La pobreza, la violencia, el narcotráfico, la corrupción, la falta de empleo, de acceso a la educación, a la salud, la gran migración de gente por la búsqueda de oportunidades, los llamados niños migrantes no acompañados, los niñas, niños, adolescentes y jóvenes en situación de riesgo, la cultura de la muerte, del aborto y no pro vida etc. aunado ahora a la situación de pandemia mundial que tanto ha afectado a las familias, a países enteros… siguen siendo y son realidades dolorosas ante las cuales los Salesianos y la Familia Salesiana disponen sus dones, cualidades y actitudes… inspirados en Jesús –cuya fiesta de su primera venida pronto celebraremos-, en María Auxiliadora, Madre y Maestra y en Don Bosco padre y maestro de la Juventud, protector y patrono de la niñez y juventud mexicana

Es evidente la vigencia del Carisma Salesiano, la necesidad de educación de la juventud, de formar buenos cristianos y honrados ciudadanos, promotores de la paz, respetuosos de los derechos humanos, de la vida y equidad social, ante la inseguridad, la violencia que parece predominar. El trabajo de salesianos, salesianas, educadores, padres de familia reflejan el rostro de Cristo en México y representan una luz de esperanza y alegría.

Es una prioridad para los hijos de Don Bosco y de cada miembro de los grupos de la Familia Salesiana, dar continuidad y vigencia del legado de aquellos primeros misioneros, que hoy es más vigente que nunca. Sabedores que el protagonismo del Evangelio de Cristo, tiene su mejor representación en la juventud se empeñan en llevar a Dios hasta los más necesitados, al estilo de Don Bosco.

En tiempos difíciles es cuando la luz de carisma salesiano se hace más palpable, como un Adviento que anuncia la venida y la permanencia de Jesús en nuestras vidas. ¡Feliz 129 Aniversario…!

 

Referencias

1. Castellanos, F. (2007). El Nacimiento de la Obra Salesiana en México

2. Ceria, E. (1995a) Annali della Societá Salesiana. Volume II. Il Rettorato di Don Michele Rúa. Parte I dal 1888 al 1898 (1899-1910b) pp. Turín, Italia : Societá Editrice Internazionale. Recuperado el [30 de Noviembre de 2021] de: http://sdl.sdb.org/greenstone3/sites/localsite/collect/dbdonbos/index/assoc/HASH0148/32ae97b4.dir/doc.pdf

3. Ceria, E. (1995b) Annali della Societá Salesiana. Volume III. Il Rettorato di Don Michele Rúa. Parte II (1899-1910). Turín, Italia : Societá Editrice Internazionale. Recuperado el [30 de Noviembre de 2021] de: http://sdl.sdb.org/greenstone3/sites/localsite/collect/dbdonbos/index/assoc/HASH0148/32ae97b4/c479e1de.dir/doc.pdf

4. Chavéz Villanueva, P. (2006) Ispettorie di Messico-México e di Guadalajara (MEM – MEG) En Lettera del Rettor Maggiore-Marzo. Recuperado el [1 de dicembre de 2021] de:http://sdl.sdb.org/greenstone3/sites/localsite/collect/rmletter/index/assoc/HASH8290/7ea5661d.dir/doc.doc

 5. Boletín Salesiano (1967). Boletín Salesiano México- Diciembre (12), México: Salesianos de Don Bosco

 6. Bollettino Salesiano (1893, enero). Notizie Dei Nostri Missionarii. Viaggio dei primi Salesiani al Messico. En Bollettino Salesiano-Gennaio XVII (1). 17-19. Consultado el [1 de diciembre de 2021] en: http://sdl.sdb.org/greenstone3/sites/localsite/collect/bolletin/index/assoc/HASH0147/365a6234.dir/doc.pdf

7. Bollettino Salesiano (1893, febrero). Viaggio dei primi Salesiani al Messico. (Seguito). En Bollettino Salesiano-Febbraio XVII (2), 34-36. Consultado el [1 de diciembre de 2021] en: http://sdl.sdb.org/greenstone3/sites/localsite/collect/bolletin/index/assoc/HASH0148/165a9a34.dir/doc.pdf

8. Bollettino Salesiano (1893, mayo). Viaggio dei primi Salesiani al Messico. (Seguito). En Bollettino Salesiano-Febbraio XVII (2), 34-36. Consultado el [1 de diciembre de 2021] en: http://sdl.sdb.org/greenstone3/sites/localsite/collect/bolletin/index/assoc/HASH014a/b65b4234.dir/doc.pdf

9. Garner, P. (2015). Porfirio Díaz: entre el mito y la historia. México: Editorial Crítica de Ediciones Culturales Paidós, S.A. de C.V.

10. Desramaut F. (2012). Life of Fr. Michael Rua Don Bosco's First Successor (1837-1910). Roma, Italia: LAS – Romre. Recuperado el [30 de noviembre de 2021] de

11. Serrano Álvarez, P. (2012). Porfirio Díaz y el Porfiriato, Cronología (1830-1915). México: Secretaría de Educación Pública e Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revolucione de México (INEHRM).