Jesús es la Divina Misericordia de Dios y en Él se manifiesta el Padre, Él es su amor encarnado, hecho Hombre, su Hijo es quien personifica a la Misericordia del Padre, algo que San Juan Pablo II afirmó en su Carta Encíclica ‘Dives in misericordia’. A partir de un pasaje del Evangelio de dan Juan, Karol Wojtyla nos recuerda lo dicho por Jesús: ‘Quien me ve a mi, ve al Padre’ (cfr. Jn 14, 9), y destaca que así, nuestro Salvador nos hace la revelación de la misericordia como Padre, ‘Dios rico en misericordia’ es Aquél quién Jesucristo nos ha revelado como Padre: ‘…su Hijo, en sí mismo, nos lo ha manifestado y nos lo ha hecho conocer’, así afirmó el 264º sucesor de san Pedro.

Juan Pablo II, en 2000 anunció la instauración de la Fiesta de la Divina Misericordia – de la que era devoto desde sus años de primaria-, y se consolido el día domingo 30 de abril de ese año, con la ceremonia de canonización de la Hermana María Faustina Kowalskal apóstol de la Divina Misericordia, su compatriota polaca (que tendría 33 años cuando Wojtyla apenas cumplía 18 años). Esta Fiesta desde hace 22 años se celebra anualmente, cada Domingo 2º de Pascua (Fuente: Vaticano, 2000 abril 30).

La imagen que estaría en la ceremonia oficial presidida por Juan Pablo II en el año 2000, no se trataba de la imagen originalmente creada a través las instrucciones y descripciones de la santa María Faustina Kowalska en 1934, cuadro que hasta los años 80, permaneció oculta a ojos de los devotos católicos tras el aislamiento comunista en Bielorusia; cabe subrayar la hermana Kowalska sólo conoció dicha versión, pues falleció 5 de octubre de 1938 en Cracovia a la edad de 33 años, a sólo cuatro años de terminada dicha pintura.

El segundo cuadro fue realizado en 1942 por Estanislao (Stanisław) Batowski (1866–1946) reconocido artista-realista de la ‘Escuela de Munich’, que lo concluyó en Lwow -hoy Lviv o Leópolis, Ucrania-, bajo pedido de la Congregación de la Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia. Sin embargo, durante la insurrección de Varsovia de 1943, contra los nazis, la capilla y la imagen fueron consumidas por el fuego. Por lo anterior y dado que la obra de Batowski había sido recibida con beneplácito por las hermanas, se le encomendó pintar otro cuadro similar, éste sería destinado a la Capilla de la Divina Misericordia en Cracovia.

Paralelamente el pintor y docente de Artes, Adolf Hyla (1897-1965), quien se presentó en la Casa de la Congregación en Cracovia, para expresar su deseo de pintar un cuadro de la Divina Misericordia, que haría como voto de gratitud por haber sobrevivido a la guerra; su pedido fue tomado en cuenta y la Madre superior Irene Krzyzanowska y quien fuera director espiritual del Sor Faustina, el padre José Andrasz le entregaron una estampa con la imagen de la pintura de Kazimirowski, e instrucciones dejadas por la hermana Faustina .

 Las obras de Hyla y Batowski fueron concluidas en 1943, respectivamente la primera el 7 de marzo y la otra el 6 de octubre, se tenía que decidir cual quedaría en la Capilla principal de las hermanas en Cracovia, providencialmente en una visita fortuita, sería el Cardenal Adan Sapieha que decidiera elegir la de Hyla, pues tenía el sentido de ser un ‘voto’, sin embargo las dimensiones de esta obra eran muy grandes, las Hermanas le suplicaron realizar un modelo de menor tamaño, para que fuera colocado en el nicho del altar lateral.

El cuadro fue bendecido por el Padre J. Andrasz, el 16 de abril de 1944, al siguiente domingo al de Pascua de Resurrección. Este mismo cuadro fue retocado en 1954 por el Sr. Hyla adecuándolo a la visión original de Kowalska, Actualmente es quizás la imagen más difundida en el mundo de la ‘Divina Misericordia’.

La primera imagen de la Divina Misericordia, creado por Kazimirowski y por mucho tiempo desconocida

El Beato Miguel (Michal) Sopoćko (1888-1975), presbítero, hijo de padres polacos, pero originario de Valozhyn localidad del entonces Imperio Ruso, - hoy Bielorrusia-, en 1933 se convirtió en confesor de la Hermana Kowalska, quien para entonces, no había encontrado ningún artista que realizará la obra encomendada a ella por Jesús, un 22 de febrero de 1931en 1931, durante una revelación que le hiciera estando ella en Plock, ciudad de la zona central de Polonia, a orillas del río Vístula.

Sopoćko era doctor en teología, impartía cátedra en la Universidad Stefan Batory de Vilnius, Bielorusia. Él tenía un amigo: Eugeniusz Marcin Kazimirowski (1873-1939), pintor de renombre, quien era catedrático en la misma casa de estudios.

Kazimirowski se había formado en la Academia de Bellas Artes de Cracovia –entre 1892 y 1897- , se especializó en Munich, París y Roma. Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se mudó a Wilno, -conocida hoy como Vilna-, donde fue docente del Instituto de Formación de Profesores, además trabajó ahí en el diseño de escenarios para obras teatro, se especializaba en el retrato y el paisajismo.

Dada la seriedad de Eugeniusz y su fama como artista de la corriente ‘realista’, la amistad y relación académica que guardaba con el padre Sopoćko, éste le confió la realización de la primera imagen de la Divina Misericordia. Así en 1934, concluyó el cuadro, de acuerdo a la descripción que de Jesús le hizo a la Madre Faustina.

Sin embargo ella misma narra en su ‘Diario’, que ocultó con resignación su desilusión y tristeza, por el resultado de la obra Eugeniusz, pues consideraba que no era comparable con la belleza de Jesús.

No obstante la contrariedad de Kowalska, La obra de la ‘Divina Misericordia’ de Kazimirowski, se dio a conocer a los fieles, de la Iglesia ‘Puerta de la Aurora’ de Vilna, durantes las solemnes festividades Pascuales, presididas por el padre Miguel Sopoćko un 28 de abril de 1935.

Kazimirowski se mudaría a la ciudad de Białystok, para 1936, falleciendo en 1939 por neumonía según reporte oficial, pero se sospecha que su deceso fue provocado por agentes de NKVD, antecesora de la infame KGB. La mayoría de las obras de Eugeniusz se perdieron en la Segunda Guerra Mundial.

Relato de la Revelación

La revelación de la imagen sucedió una noche, cuando la Hermana estaba en su celda: ‘… vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido’. Jesús indicó a sor Faustina ‘Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío’ (Diario, 47).

Jesús instó que la imagen llevará como firma, y no como inscripción aquellas palabras: ‘Jesús, en Ti confío’.

También el Salvador afirmó: ‘Prometo que el alma que venera esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo Mismo la defenderé como Mi gloria’ (Diario, 48).

‘Cuando le dije al confesor –dice Sor Faustina- recibí como respuesta que eso se refería a mi alma. Me dijo: Pinta la imagen de Dios en tu alma. Cuando salí del confesionario, oí nuevamente estas palabras: Mi imagen está en tu alma. Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que esta

imagen que pintarás con el pincel, sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo deber ser la Fiesta de la Misericordia’ (Diario, 49).

Deseo que los sacerdotes proclamen esta gran misericordia que tengo a las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercase a Mi. Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las almas humanas’ (Diario, 50).

Jesús se quejó sobre la falta de confianza de las almas con sta. Faustina ‘ La desconfianza de las almas desgarra Mis entrañas. Aún más Me duele la desconfianza de las almas elegidas; a pesar de Mi amor inagotable no confían en Mí. Ni siquiera Mi muerte ha sido suficiente para ellas. ¡Ay de las almas que abusen de ella!’ (Diario, 50).

Cuando ella preguntó respecto a la luz que brotaba de su corazón Jesús le respondió ‘El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas (….). Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos… Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de mi misericordia cuando mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios’(Diario, 299).

Santa Faustina contaba todo esto al padre Sopoćko, quien designó a Kazimirowski el realizar la imagen, según las indicaciones que ella le facilitará. Como ya se ha mencionado, si bien la religiosa hizo el sacrificio de ocultar su desilusión, al ir a orar a la capilla rompió en llanto, ante su aflicción Cristo le comentó: ‘No en la belleza del color, ni en la del pincel, está la grandeza de esta imagen, sino en Mi gracia’ (Diario, 313).

Las promesas extraordinarias que el Señor Jesús vinculo a la Fiesta demuestran la grandeza de la misma: ‘Quien se acerque ese día a la Fuente de Vida – dijo Cristo – recibirá el perdón total de las culpas y de las penas’ (Diario, 300). ‘Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre aquellas almas que se acercan al manantial de Mi Misericordia; (...) que ningún alma tenga miedo de acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata’ (Diario, 699).

 

La fiesta si bien es un día de adoración especial hacia Dios en el misterio de su Misericordia, es principalmente un tiempo en cual el Padre Celestial colma de gracias a todas las personas, por lo que Jesús dijo a Kowalska: ‘Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores’ (Diario, 699). ‘Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi Misericordia. Si no adoran Mi misericordia morirán para siempre’ (Diario, 965).

El viernes 26 de abril de 1935, el padre Sopoćko pronunció el primer sermón sobre la Divina Misericordia, entre los miembros de la asamblea estuvo y Kowalska. El 28 de abril se celebró la primera santa Misa durante la cual se exhibió la imagen, era el primer Domingo de la Divina Misericordia.

Del 26 al 28 de abril de 1935, el cuadro fue colocado a la vista de los fieles, en la Iglesia ‘la Puerta de la Aurora’ con permiso de las autoridades eclesiásticas. Posteriormente el padre Sopoćko, colocó la pintura en pasillo del Convento Bernardino, donde permaneció hasta 1937.

En junio de 1936 el Sopoćko redactó el primer folleto sobre la devoción a la Divina Misericordia, contó con sello de autorización de arzobispo Jałbrzykowski.

El 4 de abril de 1937, el Arzobispo de Vilna, P. Romuald Jałbrzykowski, autorizó la colocación del cuadro en la Iglesia de San Miguel, cuyo Rector era el p. Sopocko, mientras se difundía poco a poca la devoción el cuadro permaneció ahí hasta 1950, cuando el centro religioso fue clausurado por las autoridades comunistas.

La imagen fue restada por dos jovencitas Janina Rodziewic y su amiga Bronisława por el pago de 50 rublos a un trabajador que desalojaba el santuario, Jan era una chica devota, humilde que pertenecía a la Hermandad Mariana en la iglesia Bernardina, y formaba parte del coro de la iglesia de los Santos Piotr y Pawełf.

 

Janina conservo la pintura en su apartamento, donde vivía con su madre. La primera restauración la realizó la pintora Helena Szmigielska, Bakszt, por 40 rublos, a su estudio llegaron inspectores buscando aquella obra, si bien estaba sobre la mesa de trabajo el supervisor colocó su gorra y se apoyó sobre ella sin percatarse que la tenía ahí mismo.

Ya restaurada Janina entregó el cuadro al prelado Jan Ellert, del cabildo de Vilna –hoy Lituania- , sacerdote que había sido prisionero en Praveniszki, complejo carcelario que servia como campo de concertación para los rusos. Ellert será nombrado más tarde rector de la Iglesia del Espíritu Santo ante del cierre de la catedral de Vilna, ahí ocultó la imagen. Diariamente Janina animaba el rezo de la coronilla, siempre humilde no creía haber hecho nada extraordinario

En 1951, el gobierno detuvo a los miembros de la Cofradía por difundir el culto a la Divina Misericordia, Janina fue arrestada, sus artículos y libros religiosos fueron confiscados, su madre también fue arrestada y perdió todo medios para subsistir, sus amigos y compañeros de escuela la visitaba.

Para 1956, Janina escapó a Polonia y tomó los hábitos con las Hermanas de Jesús Misericordioso, Congregación fundada por el padre Sopoćko. Ese mismo año el Prelado Ellert, dona la Imagen de la Divina misericordia al padre Józef Grasewicz, párroco de la iglesia de madera "Templo del Bosque" en Nowa Ruda, Bielorrusia, quien fuera confesor del padre Sopoćko. El cuadro permaneció en lo alto de la pared que separaba el presbiterio de la nave principal.

El Padre Józef también fue arrestado, y al salir de prisión sólo estuvo en la Iglesia por un año, las autoridades lo trasladaron a Krzemienica y al párroco de Porzecze más cercano lo llevaron lejos a Odelsk, La Iglesia permaneció mucho tiempo sin sacerdote, pero los fieles se reunían a rezar ante la imagen de la Divina Misericordia.

 La imagen permaneció en aquella localidad de 1956 a 1986, cabe decir que en 1970, las autoridades los comunista, decidieron que la Iglesia debía ser trasformada en una bodega, los feligreses se levantaron en defensa de su templo y se recostaron bajo las ruedas de los camiones. Sin embargo el templo rústico fue clausurado, todo objeto de culto fue trasladado, bajo el pretexto de que todo sería llevado a otra parroquia.

Sin embargo, el cuadro fue abandonado en aquel edificio, si bien había sido desocupado totalmente, le dejaron ahí bajo el argumento de que las escaleras de los responsables del traslado, eran muy pequeñas para poder retirar el cuadro de la altura en la que se encontraba.

Los feligreses lo consideran un milagro, si bien las autoridades habían saqueado todo el templo y cerraron con candado la iglesia saqueada. Los habitantes de Nowa Ruda decidieron romper el candado y oraron todos los domingos, agradeciendo a Jesús Misericordioso el que se había quedado con ellos. Desde 1982, sacerdotes, monjas, peregrinos y fieles visitaban secreto al templo del bosque para conocer la historia de la pintura y tomar fotografías.

El padre Sopoćko ejerció presión y escribió desde Białystok, capital del voivodato de Podlaquia en Polonia, con el fin de salvar la pintura. El padre Grasewicz pintó una copia, sugirió que otros sacerdotes sacaran de ahí el original, pero los presbíteros preferían dejar la imagen, y así sucedió hasta una tercera réplica. El padre Sopoćko ordenó se trasladará la imagen a la Iglesia de la Puerta del Alba, pero ahí argumentaban que no había espacio para la imagen. Así el p. Grasewicz se citó con párroco del Espíritu Santo para que aceptará recibir la imagen.

En 1986 las religiosas Teresa Jundo –que colaboró con Santa Faustina- , y Zofia Gryń, junto con el conductor Wacław Borsukiewicz y Jadwiga Chitruszko reponsable de la llaves del lugar, retiraron la obra de Kazimirowski de Nowa Ruda, dejando en su lugar una copia pintada en Grodno por Maria Szocik-Honrasz. El cuadro original fue trasladado por tren a la Iglesia del Espíritu Santo, la pintura enrollada fue depositada en un confesionario.

Padre Aleksander Kaszkiewicz - ahora obispo de Grodno- tomó la imagen, que ya enmarcada fue colocada en el altar lateral del templo, ahí permaneció siendo venerada hasta el 28 de septiembre de 2005. En Nowa Ruda, nunca nadie se percató del cambio.

Para entonces del padre Miguel Sopoćko, y ya desde 1975 había fallecido en Białystok, pero deseando que la imagen de Jesús regresara a un lugar seguro de Vilna, para procurar el resguardo y destino, había asegurado la propiedad de un terreno en la intersección de las calles Kalwaryjska y Werkowska, destinado para la construcción de la Iglesia de la Divina Misericordia, y de la cual ya se habían colocado los cimientos, y se tenían tramitados los permiso así como la autorización del plan de construcción.

El Beato Sopoćko había adelantado todo por escrito, desde el 11 de noviembre de 1973, asignando como heredero y propietario legal de la pintura al P. Józef Grasewicz, a quien también había nombrado responsable de toda la magna obra.

Janina Rodziewicz se mostró siempre alegre, desde que la imagen de Jesús Misericordioso estuvo en la Iglesia del Espíritu Santo, misma que San Juan Pablo II, visitó el 5 de septiembre de 1993, refiriéndose a dicho cuadro como ‘la Sagrada imagen de Jesús Misericordioso’.

El Cardenal Juozas Audrys Bačkis, Metropolitano de Vilna, el 8 de marzo de 2004, emitió el decreto no. 42, referente al traslado de la imagen de la Divina Misericordia, a la Iglesia de la Santísima Trinidad, una decisión que no fue sencilla de llevar acabo, por los reclamos de los fieles.

El 28 de septiembre de 2005, la imagen de la Divina Misericordia de Kazimirowski, fue trasladada de la Iglesia del Espíritu Santo a la Iglesia de Santísima Trinidad, que fue consagrada como la Basílica-Santuario de la Divina Misericordia de de Vilna.

María Faustina Kowalska (1905-1938) (Fuente: Vaticano)

Sor María Faustina, apóstol de la Divina Misericordia, forma parte del círculo de santos de la Iglesia más conocidos. A través de ella el Señor Jesús transmite al mundo el gran mensaje de la Divina Misericordia y presenta el modelo de la perfección cristiana basada sobre la confianza en Dios y la actitud de caridad hacia el prójimo (Fuente Vaticano).

Nació el 25 de agosto de 1905, como la tercera hija entre diez hermanos en la familia de Mariana y Estanislao Kowalski, campesinos de la aldea de Gogowiec. En el santo bautizo, celebrado en la iglesia parroquial de Ðwinice Warckie, se le impuso el nombre de Elena. Desde pequeña se destacó por el amor a la oración, la laboriosidad, la obediencia y una gran sensibilidad ante la pobreza humana. A los 9 años recibió la Primera Comunión. La vivió muy profundamente, consciente de la presencia del Huésped Divino en su alma. Su educación escolar duró apenas tres años. Al cumplir 16 años abandonó la casa familiar para, trabajando de empleada doméstica en casas de familias acomodadas de para mantenerse a sí misma y ayudar a sus padres.

Ya desde los 7 años sentía en su alma la llamada a la vida religiosa, pero ante la negativa de los padres para su entrada en el convento, intentó apagar dentro de sí la voz de la vocación divina. Sin embargo, apresurada por la visión de Cristo sufriente fue a Varsovia y allí, el 1 de agosto de 1925 entró en la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia donde, como sor María Faustina, vivió trece años. Trabajó en distintas casas de la Congregación. Pasó los períodos más largos en Cracovia, Plock y Vilna cumpliendo los deberes de cocinera, jardinera y portera.

Para quien la observara desde fuera nada hubiera delatado su singular intensa vida mística. Cumplía sus deberes con fervor, observaba fielmente todas las reglas del convento, era recogida y callada, pero a la vez natural, llena de amor benévolo y desinteresado al prójimo. Su vida, aparentemente ordinaria, monótona y gris, se caracterizó por la extraordinaria profundidad de su unión con Dios.

Su espiritualidad se basa en el misterio de la Divina Misericordia, que ella meditaba en la Palabra de Dios y contemplaba en lo cotidiano de su vida. El conocimiento y la contemplación del misterio de la Divina Misericordia desarrollaban en ella una actitud de confianza de niño hacia Dios y la caridad hacia el prójimo. ‘Oh Jesús mío –escribió- cada uno de tus santos refleja en sí una de tus virtudes, yo deseo reflejar tu Corazón compasivo y lleno de misericordia, deseo glorificarlo. Que tu misericordia, ¡Oh Jesús!, quede impresa sobre mi corazón y mi alma como un sello y éste será mi signo distintivo en esta vida y en la otra. (Diario 1242). Sor Faustina era una fiel hija de la Iglesia a la que amaba como a Madre y como el Cuerpo Místico de Jesucristo. Consciente de su papel en la Iglesia, colaboró con la Divina Misericordia en la obra de salvar a las almas perdidas. Con este propósito se ofreció como víctima cumpliendo el deseo del Señor Jesús y siguiendo su ejemplo. Su vida espiritual se caracterizó por el amor a la Eucaristía y por una profunda devoción a la Madre de la Divina Misericordia.

Los años de su vida en el convento abundaron en gracias extraordinarias: revelaciones, visiones, estigmas ocultos, la participación en la Pasión del Señor, el don de bilocación, los dones de leer en las almas humanas, de profecía y de desposorios místicos. Un contacto vivo con Dios, con la Santísima Madre, con ángeles, santos y almas del purgatorio: todo el mundo extraordinario no era para ella menos real que el mundo que percibía a través de los sentidos. Colmada de tantas gracias extraordinarias sabía, sin embargo, que no son éstas las que determinan la santidad. En el Diario escribió: ‘Ni gracias, ni revelaciones, ni éxtasis, ni ningún otro don concedido al alma la hace perfecta, sino la comunión interior de mi alma con Dios. Estos dones son solamente un adorno del alma, pero no constituyen ni la sustancia ni la perfección. Mi santidad y perfección consisten en una estrecha unión de mi voluntad con la voluntad de Dios’ (Diario 1107).

El Señor Jesús escogió a sor Faustina por secretaria y apóstol de su Misericordia para, a través de ella, transmitir al mundo su gran mensaje. ‘En el Antiguo Testamento -le dijo- enviaba a los profetas con truenos a mi pueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad con mi misericordia. No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla con mi Corazón misericordioso’ (Diario 1588).

La misión de sor Faustina consiste en 3 tareas:

1.- Acercar y proclamar al mundo la verdad revelada en la Sagrada Escritura sobre el amor misericordioso de Dios a cada persona.

2.- Alcanzar la misericordia de Dios para el mundo entero, y especialmente para los pecadores, por ejemplo a través de la práctica de las nuevas formas de culto a la Divina Misericordia, presentadas por el Señor Jesús: la imagen de la Divina Misericordia con la inscripción: Jesús, en ti confío, la fiesta de la Divina Misericordia, el primer domingo después de la Pascua de Resurrección, la coronilla a la Divina Misericordia y la oración a la hora de la Misericordia (las tres de la tarde).

A estas formas de la devoción y a la propagación del culto a la Divina Misericordia el Señor Jesús vinculó grandes promesas bajo la condición de confiar en Dios y practicar el amor activo hacia el prójimo.

3.- La tercera tarea es inspirar un movimiento apostólico de la Divina Misericordia que ha de proclamar y alcanzar la misericordia de Dios para el mundo y aspirar a la perfección cristiana siguiendo el camino trazado por la beata sor María Faustina. Este camino es la actitud de confianza de niño hacia Dios que se expresa en cumplir su voluntad y la postura de caridad hacia el prójimo. Actualmente este movimiento dentro de la Iglesia abarca a millones de personas en el mundo entero: congregaciones religiosas, institutos laicos, sacerdotes, hermandades, asociaciones, distintas comunidades de apóstoles de la Divina Misericordia y personas no congregadas que se comprometen a cumplir las tareas que el Señor Jesús transmitió por sor María Faustina.

Sor María Faustina manifestó su misión en el Diario que escribió por mandato del Señor Jesús y de los confesores. Registró en él con fidelidad todo lo que Jesús le pidió y describió todos los encuentros de su alma con Él. ‘Secretaria de mi más profundo misterio -dijo el Señor Jesús a sor María Faustina- tu misión es la de escribir todo lo que te hago conocer sobre mi misericordia para el provecho de aquellos que leyendo estos escritos, encontrarán en sus almas consuelo y adquirirán valor para acercarse a mí’ (Diario 1693).

Esta obra acerca de modo extraordinario el misterio de la misericordia Divina. Atrae no solamente a la gente sencilla sino también a científicos que descubren en ella un frente más para sus investigaciones. El Diario ha sido traducido a muchos idiomas, por citar algunos: inglés, alemán, italiano, español, francés, portugués, árabe, ruso, húngaro, checo y eslovaco.

Sor María Faustina extenuada físicamente por la enfermedad y los sufrimientos que ofrecía como sacrificio voluntario por los pecadores, plenamente adulta de espíritu y unida místicamente con Dios murió en Cracovia el 5 de octubre de 1938, con apenas 33 años. La fama de la santidad de su vida iba creciendo junto con la propagación de la devoción a la Divina Misericordia y a medida de las gracias alcanzadas por su intercesión.

 Entre los años 1965-67 en Cracovia fue llevado a cabo el proceso informativo sobre su vida y sus virtudes y en 1968 se abrió en Roma el proceso de beatificación, concluido en diciembre de 1992.

 El 18 de abril de 1993, en la Plaza de San Pedro de Roma, el Santo Padre Juan Pablo II beatificó a Sor María Faustina, él y en el mismo lugar la canonizó el 30 de abril del 2000, el primer domingo después de la Pascua de Resurreción, el primer Domingo de la Divina Misericordia oficialmente celebrado por la Iglesia.

 Sus reliquias yacen en el santuario de la Divina Misericordia de Cracovia- Lagiewniki

Coronilla de la Divina Misericordia (Fuente Vatican News)

 Para recitar la Coronilla de la Divina Misericordia se usa un rosario normal y se sigue esta secuencia:

1. La señal de la Cruz: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2. Padre Nuestro

3. Ave María

4. Credo (Símbolo de los Apóstoles)

 5. En cada grano mayor del Rosario, cuando normalmente se dice el Padre Nuestro, diga:

 Padre Eterno,

Te ofrezco

el Cuerpo, la Sangre,

el Alma y la Divinidad

de Tu amadísimo Hijo,

Nuestro Señor Jesucristo,

como propiciación

de nuestros pecados

y los del mundo entero.

6. En cada grano menor del Rosario, cuando normalmente se dice el Ave María, diga:

 

Por Su dolorosa Pasión,

ten misericordia de nosotros

y del mundo entero.

7. Invocación: Al final de la corona, la siguiente oración se reza tres veces seguidas:

Santo Dios,

Santo Fuerte,

Santo Inmortal,

ten misericordia de nosotros

y del mundo entero.

8. Oración para concluir (opcional)

Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia mismos. Amén.

El Señor le dijo a la hermana Faustina que debería rezar ‘esta coronilla durante nueve días antes de la Fiesta de la Misericordia. Debe iniciarse el Viernes Santo. Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias.’

Novena a la Divina Misericordia

(Cfr. Textos redactados Urszula Grzegorczyk©/ creados por Consulta de Sor Maria Kalinowska, y la Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso ©/ Traducción al español: Danuta Zgliczynska y Xavier Bordas, cortesía © Todos sus derechos reservados)

El novenario que Jesús mando redactar y llevar a cabo a Sor Faustina en preparación a la Fiesta de la Misericordia debe iniciarse el Viernes Santo 2º día del triduo Pascual, de esta forma durante 9 días se lleva a las almas a la Fuente de la Divina Misericordia para que obtengan fuerzas, alivio y toda gracia necesaria para afrontar todas las dificultades de la vida, especialmente a la hora de la muerte.

De esta forma se procura llevar al Corazón de Jesús a un grupo diferente de almas, para sumergirlas en su mar de Infinita Misericordia. Aquellas almas, todas, Jesús las introduce en la Casa del Padre Eterno, es una tarea que se hace en esta vida y aún en la vida futura. Cristo no rehúsa nada a ningún alma que traída a la Fuente de su Misericordia. En cada día ordenó pedir a Dios Padre las gracias para dichas almas por los meritos de la amarga Pasión de Jesucristo su Hijo

1er día de la novena:

Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de Mi misericordia. De esta forma, Me consolarás de la amarga tristeza -en - que Me sume la pérdida de las almas.

Jesús Misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y la de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu compasivo Corazón y nunca nos dejes escapar de Él. Te lo suplicamos por Tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.

Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el Complacidísimo Corazón de Jesús y por su dolorosa Pasión muéstranos Tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

-La Coronilla a la Divina Misericordia -

2º día de la novena

Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelas en Mi misericordia insondable. Fueron ellas las que Me dieron fortaleza para soportar Mi amarga pasión. A través de ellas, como a través de canales, Mi misericordia fluye hacia la humanidad.

Jesús Misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta Tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo.

Padre Eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de Tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de Tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una sola voz canten alabanzas a Tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén.

 -La Coronilla a la Divina Misericordia -

3er día de la novena

Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Estas almas Me consolaron a lo largo del Vía Crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.

Jesús Misericordiosísimo, que desde el tesoro de Tu misericordia les concedes a todos Tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de Tu compasivo Corazón y nunca nos dejes escapar de Él. Te lo suplicamos por el inconcebible amor Tuyo con que Tu Corazón arde por el Padre celestial.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de Tu Hijo y por Su dolorosa Pasión, concédeles Tu bendición y rodéalas con Tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de ángeles y los santos, glorifiquen Tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

-La Coronilla a la Divina Misericordia -

4º día de la novena

Hoy, tráeme a los paganos que todavía no Me conocen. También pensaba en ellos durante Mi amarga Pasión y su futuro celo consoló Mi Corazón. Sumérgelos en el mar de Mi misericordia.

Jesús Complacidísimo, que eres la luz del mundo entero, acoge en la morada de Tu piadosísimo Corazón a las almas de paganos que todavía no Te conocen. Que los rayos de Tu gracia las iluminen para que también ellas, unidas a nosotros, ensalcen Tu misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de Tu compasivo Corazón.

Padre Eterno, vuelve Tu mirada misericordiosa sobre las almas de aquellos que no creen en Ti y la de los que todavía no te conocen, pero que están encerradas en el compasivo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

-La Coronilla a la Divina Misericordia -

5º día de la novena

Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Durante mi amarga Pasión, desgarraron Mi cuerpo y Mi Corazón, es decir, Mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, Mis llagas cicatrizan y de este modo alivian Mi Pasión.

Jesús Misericordiosísimo, que eres la Bondad misma, Tú no niegas la luz a quienes Te la piden. Acoge en la morada de Tu compasivo Corazón a las almas de nuestros hermanos separados y llévalas con Tu luz a la unidad con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada de Tu compasivo Corazón, sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de Tu misericordia.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos separados, especialmente a aquellos que han malgastado Tus bendiciones y han abusado de Tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de Tu Hijo y su amarga Pasión que sufrió por ellos, ya que también ellos están encerrados en el compasivo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen Tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

-La Coronilla a la Divina Misericordia -

6º día de la novena

Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños, y sumérgelas en Mi misericordia. Éstas son las almas más semejantes a Mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante Mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de Mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir Mi gracia; concedo Mi confianza a las almas humildes.

Jesús Misericordiosísimo, Tú mismo has dicho: Aprended de mí que soy manso y humilde de Corazón. Acoge en la morada de Tu compasivo Corazón a las almas mansas y humildes, y a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios Mismo. Estas almas tienen una morada permanente en Tu compasivo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el Complacidísimo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza Tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que o sientes por estas almas y el gozo que te proporcionan, bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

-La Coronilla a la Divina Misericordia -

7º día de la novena

Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican Mi misericordia de mo-do especial y sumérgelas en Mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron Mi Pasión y penetraron más profundamente en Mi espíritu. Ellas son un reflejo viviente de M Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con una luz especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una de ellas en la hora de la muerte.

Jesús Misericordiosísimo, cuyo Corazón es el Amor mismo, acoge en la morada de Tu compasivo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de Tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios Mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en Tu misericordia, y unidas a Ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente, sino que Tu misericordia las envolverá en la hora de la muerte.

Padre Eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran Tu mayor atributo, es decir, Tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones, desbordantes de gozo te cantan a Ti, oh Altísimo, un canto de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales Tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en Ti Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo que: a las almas que veneren esta infinita misericordia Mía, Yo Mismo las defenderé como Mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte. Amén.

-La Coronilla a la Divina Misericordia -

8º día de la novena

Hoy, tráeme a las almas que están detenidas en el purgatorio y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Que los torrentes de mi Sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por Mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a Mi justicia. Está en tu poder llevarles el alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de Mi Iglesia y ofrécelas en su nombre... Oh, sí conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con Mi justicia.

Jesús Misericordiosísimo, Tú Mismo has dicho que deseas la misericordia, heme aquí que yo llevo a la morada de Tu compasivo Corazón a las almas del purgatorio, almas que Te son muy queridas, pero que deben pagar una culpa adecuada a Tu justicia. Que los torrentes de Sangre y Agua que brotaron de Tu Corazón, apaguen el fuego del Purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de Tu misericordia.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el compasivo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa Pasión de Jesús, Tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su Sacratísima Alma fue inundada, muestra Tu misericordia a las almas que están bajo Tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, Tu amadísimo Hijo, ya que creemos que Tu bondad y Tu compasión no tienen límites. Amén.

-La Coronilla a la Divina Misericordia -

9º día de la novena

Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren Mi Corazón. A causa de las almas tibias, Mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de Mí este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a Mi misericordia.

Jesús Misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de Tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas, que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia, se calienten con el fuego de Tu amor puro. Oh Jesús compasivo, ejercita la omnipotencia de Tu misericordia y atráelas al ardor de Tu amor y concédeles el amor santo, porque Tú lo puedes todo.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la Misericordia, te suplico por la amarga Pasión de Tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de Tu misericordia. Amén’ (Diario, 1209-1229).

-La Coronilla a la Divina Misericordia -