En 1846, el padre Juan Bosco Occhiena, tras arrendar algunas habitaciones de la casa del padre Moretta y más adelante rentar el campo de los hermanos Filippi, el 5 de abril de 1846, un día antes de que se vencer el plazo para abandonar la propiedad, Pancrazio Soave le presentó a Francisco Pinardi, quien le ofrece en venta, una casa con un cobertizo o techado para su Oratorio. Don Bosco logra negociar hasta lograr un trato, por el 37.5 % del precio inicial. San José Cafasso y luego otros benefactores, le ayudan a conseguir la suma (Fuente: ANS, Boletín Salesiano y MOSS, Don Bosco).
El 12 de abril de 1846 el fundador de los salesianos, llega a Valdocco con sus jóvenes, él adaptó el cobertizo destinado a las herramientas de labranza, como la primera Capilla del Oratorio. Aquel espacio se transformó con el paso de los años, primero en sala de estudio y dormitorio para jóvenes hasta 1856, posteriormente en comedor de la primera comunidad salesiana y así permaneció hasta el año de 1927. Años más tarde será remodela nuevamente como capilla por iniciativa del padre Felipe Rinaldi, ahí será reubicada aquella estatuilla presente desde los albores de la obra oratoriana.
La Virgen de papel: ‘la Consolata’
El 2 de septiembre 1846, Don Bosco adquirió la imagen de María Santísima Consoladora (la Consolata), Patrona de Turín, figurilla elaborada en papel maché, que fue la primera representación de la Virgen en la naciente obra de Valdocco. El buen sacerdote procuraba que fuera siempre llevada en procesión, alrededor del Oratorio, con ocasión de las principales celebraciones marianas. La estatuilla permaneció en el Oratorio durante diez años, hasta que en 1856, ante la intolerancia generada por la llamada “época de las reformas”, el padre Francesco Giacomelli, sacerdote y amigo de Don Bosco, resguardó aquella sagrada imagen, trasladándola a Avigliana, su ciudad natal. Ahí permaneció en la casa de sus padres, siendo venerada y custodiada con esmero. Después de 73 años, fue restituida al Oratorio en 1929, donde permanece desde entonces, ahora protegida en un nicho para su preservación.