El día martes 8 de noviembre de 2022, durante el Congreso extraordinario de Consultores Teólogos del Dicasterio para las Causas de los Santos, se emitió un dictamen unánime sobre el ejercicio heroico de las virtudes, la reputación de santidad y los signos del Siervo de Dios Mons. Antonio De Almeida Lustosa, Arzobispo de Fortaleza. S.E.R Mons. Maurizio Tagliaferri fungió como Relator de la “Positio”, el padre Pierluigi Cameroni, como Postulador salesiano y a la Dra. Cristiana Marinelli como Colaboradora.

Es un avance significativo en el proceso de beatificación y canonización, se congratularon la Inspectoría salesiana de Recife y la Arquidiócesis de Fortaleza – donde el Siervo Dios vivió 22 años de los 40 de su ministerio episcopal- sede de la Comisión diocesana que promueve la Causa.

El padre Pierluigi Cameroni expresó:“Una figura de obispo cuya acción pastoral en las cuatro diócesis que dirigía fue particularmente incisiva. Su celo apostólico ha generado una serie de obras y fundaciones que tanto bien han hecho al pueblo y a los fieles. Apreciado su compromiso constante por formar un laicado católico maduro y responsable, se le recuerda también por su austeridad, por haber vivido pobremente, por haber sido un auténtico hombre de Dios y un maravilloso hombre de oración, humilde, penitencial, que recibía a todos, especialmente los más necesitados”.

11 de febrero de 1886: Antonio de Almeida Lustosa nace el en São João del Rei, estado de Minas Gerais. Sus padres fueron campesinos de buena posición, burgueses, de ellos aprendió el espíritu de sacrificio y el valor del trabajo. A los dieciséis años de edad fue admitido en el Colegio Don Bosco, de Cachoeira do Campo. Después de 2 decidió ser salesiano. Poseía gran agudeza intelectual y compromiso con la vida religiosa. Fue ordenado sacerdote a los 26 años

Fue Maestro de novicios, a la postre fue Director en Lavrinhas, se comprometió en la formación de los aspirantes, estudiantes de Filosofía y Teología. Fue un fecundo formador de clérigos salesianos, animando con su apoyo las parroquias y oratorios cercanos.

En 1925 fue elegido obispo de Uberaba, ahí encontró prácticamente vacío el seminario, tras su gestión, se incrementó el número de seminaristas. Atendió a los pobres y marginados, enarboló la justicia social. Tras cuatro de servicio años fue enviado a Corumbá, Mato Grosso, región muy extensa y difícil de evangelizar. Tras dos años fue designado Arzobispo de Belém do Pará, donde permaneció y trabajo intensa y generosamente durante diez años .

En 1941 fue trasladado a la importante sede de Fortaleza. Aquí dio lo mejor de sí durante los 22 años de estancia, viviendo intensamente el "Da mihi animas" de Don Bosco. Convencido de que la primera evangelización consiste en devolver la dignidad a las personas y familias más pobres, fundó clínicas, el Hospital "San Juan", escuelas públicas gratuitas y clubes de trabajadores. Inauguró la “Sopa de los Pobres” y los Servicios Sociales de la Arquidiócesis. Sin olvidar nunca el cuidado de las almas: dio vida al Pre-Seminario, al Santuario de Nuestra Señora de Fátima y a la Emisora de Radio “Asunción Cearense”. Para ayudar a las familias campesinas fundó la Congregación de las "Josefinas".

Era un prolífico escritor que redactó obras sobre muy diversos temas: teología, filosofía, espiritualidad, hagiografía, literatura, geología y botánica. Dotado además con habilidades artísticas y de orfebre, él mismo elaboró los vitrales de la Catedral de Fortaleza .

Hacia 1963 se retiró a la casa salesiana de Carpina, ahí falleció el 14 de agosto de 1974, su cuerpo reposa en la Catedral de Fortaleza.

La ‘Positio’ pasará a ser objeto de estudio de los prelados de la Congregación de las Causas de los Santos, en caso de que su juicio resultará positivo, el Papa estaría en la posibilidad de proceder a declarar como “Venerable” a Mons. Antonio De Almeida Lustosa, posteriormente se requeriría de un milagro atribuido a la intercesión de este Siervo de Dios para abrir la posibilidad de avanzar hacia su proceso de beatificación.

(Fuentes: ANS y SDB.org)