El sábado 28 de enero de 2023 , se cumplieron 100 años del nacimiento de Vera Grita, Salesiana Cooperadora , ella nació en Roma un 28 de enero de 1923, el 14 de diciembre del mismo año Vera recibió el sacramento del bautismo en la parroquia romana de “San Gioacchino in Prati”. Ella fue la segunda hija del Sr. Amleto Grita, un fotógrafo profesional y de Maria Anna Zacco della Pirrera, dama de noble origen. Su familia era muy unida sus otros miembros eran la hermana mayor Giuseppa - a quien llamaban Pina- y sus hermanas menores Liliana y Santa Rosa - Rosa-.
La celebración liturgia por su aniversario fue presidida por S.E.R. Mons. Vittorio Lupi, obispo emérito de Savona-Noli, y tuvo lugar en la iglesia de María Auxiliadora de Savona a las 11am. En su homilía Mons. Lupi habló de Vera Grita como una mujer de fe que también vivió las horas de prueba, de enfermedad y de la misma experiencia mística de la que fue portavoz, confiando en el amor fiel de Dios a sus promesas. Posteriormente bendijo la sede de la fundación.
Por la tarde en el Seminario local el padre Pierluigi Cameroni, sdb, Postulador General de las Causas de los Santos de la Familia Salesiana ofreció una conferencia sobre el tema "Los Santos en la vida de la Iglesia", destacó la riqueza espiritual del misterio de la comunión de los santos, la llamada universal a la santidad, el valor del Bautismo como sacramento fuente de todo camino de vida en el Espíritu y a la belleza de los santos quienes son Evangelio vivido y palabra encarnada de Dios. Posteriormente vino la presentación de algunas figuras de santidad vinculadas a la Iglesia de Liguria: Maria Rita Scrimieri presentó el testimonio de la Beata Itala Mela (1904-1957), autora de una serie de escritos teológicos sobre el tema de la Presencia y la morada Trinitaria en el hombre, y de Chiara Luce Badano (1971-1990), joven perteneciente al Movimiento de hogares, que murió antes de los 19 años a causa de un osteosarcoma y que vivió una relación esponsal con Jesús desamparado.
Luego el sacerdote carmelita Giovanni Maria Tomasi habló de Fra' Gioachino di Regina Pacis (1890-1985), carpintero, devoto de la Virgen María desde muy joven, muy activo en las asociaciones católicas de su país, quien a los 60 años entró como carmelita en el desierto de Varazze.
María Rita Scrimieri habló sobre la Srita. Grita: “Vera de Jesús, pequeña gota de agua en el Amor infinito, con dos rasgos específicos de su espiritualidad: su pequeñez y su pobreza.
El primero se refiere a su fragilidad física, marcada desde temprana edad por enfermedades y sufrimientos por los que Vera tuvo que alternar largas estancias en el hospital con otras que la vieron comprometida como maestra en las escuelas primarias del interior de Liguria.
El segundo aspecto se refiere a la centralidad, en la vida cotidiana y espiritual de Vera, de la Misa, en la que ella es la gotita de agua que se une al vino para unirse inseparablemente al Amor Infinito, del que su pobreza recibe Todo para ser, en Él y con Él, una nueva gota de Amor Infinito que continuamente se da, salva y sostiene al mundo (...)
'Estoy viva en la Santa Misa', escribió Vera desde el hospital a su padre espiritual don Gabriello Zucconi, unos meses antes de su muerte. Vera Grita pertenece a la lista de los 'pobres de Jehová' de todos los tiempos que, en el abandono confiado en Dios y en la dependencia total y consciente de Él, han encontrado en Dios el secreto de su vida y de la alegría en esta tierra, además de la promesa del Reino de los Cielos en la eternidad”.
El Aguinaldo de 2023 de padre Ángel Fernández Artime, Rector Mayor de los salesianos de Don Bosco cuyo lema es: "COMO FERMENTO EN LA FAMILIA HUMANA DE HOY. La dimensión laical de la Familia de Don Bosco”, hace referencia de la persona de Vera Grita, laica y salesiana cooperadora:
"Nacida en Roma el 28 de enero de 1923, vivió y estudió en Savona donde obtuvo su título de maestra. A los 21 años, durante un súbito ataque aéreo sobre la ciudad (1944), fue arrollada y pisoteada por la multitud que huía, provocando graves secuelas en su cuerpo, desde entonces marcado para siempre por el sufrimiento. Pasó desapercibida en su corta vida terrenal, enseñando en las escuelas del interior de Liguria, donde se ganó la estima y el cariño de todos por su carácter bueno y apacible. En Savona, en la parroquia salesiana de María Auxiliadora, asistía a misa y era asidua al sacramento de la penitencia. Salesiana Cooperadora desde 1967, realizó su llamada en la entrega total de sí misma al Señor, que se entregó a ella de manera extraordinaria, en lo profundo de su corazón, con la 'Voz', con la 'Palabra', para comunicarle la Obra de los Tabernáculos Vivientes. Bajo el impulso de la gracia divina y acogiendo la mediación de guías espirituales, Vera Grita respondió al don de Dios testimoniando en su vida, marcada por el cansancio de la enfermedad, el encuentro con el Resucitado y dedicándose con heroica generosidad a la enseñanza y la educación de los alumnos, atendiendo a las necesidades de la familia y dando testimonio de una vida de pobreza evangélica. Murió el 22 de diciembre de 1969, a la edad de 46 años, en una habitación de hospital en Pietra Ligure.
Vera Grita testimonia sobre todo una orientación eucarística totalizante, que se hace explícita sobre todo en los últimos años de su existencia. No pensó en términos de programas, de iniciativas apostólicas, de proyectos: aceptó el 'proyecto' fundamental que es Jesús mismo, hasta hacer de Él la vida de su propia vida. El mundo de hoy da testimonio de una gran necesidad de la Eucaristía.
Su camino en la fatigosa actividad de los días ofrece también una nueva perspectiva secular a la santidad, convirtiéndose en ejemplo de conversión, de aceptación y de santificación para los 'pobres', los 'frágiles', los 'enfermos' que pueden reconocerse en ella y recuperar esperanza. Como Salesiana Cooperadora, Vera Grita vive y trabaja, enseña y se encuentra con personas con una marcada sensibilidad salesiana: desde la amorevolezza de su presencia discreta pero eficaz, hasta su capacidad de hacerse querer por los niños y las familias; desde la pedagogía de la bondad que implementa con su sonrisa constante, hasta la prontitud generosa con la que, sin importar las adversidades, se dirige preferentemente a los últimos, a los pequeños, a los lejanos, a los olvidados; desde la generosa pasión por Dios y su gloria hasta el camino de la cruz, dejándose quitar todo en su condición enferma"