El Domingo 29 de enero, a las 9 de la mañana la comunidad de fieles y familias del Oratorio Salesiano Don Bosco de la ciudad de Puebla, como otras comunidades presente en la localidad y en el país celebraron a su santo patrono y fundador de los salesianos y de otros grupos de la Familia Salesiana.
Presidió la Eucaristía el padre y misionero italiano, padre Renato Rondolini, integrante de la comunidad de María Auxiliadora que dirige el padre Francisco Abonza. El p. Renato destacó la relevancia de la persona de Don Bosco en el trabajo por la salvación de la almas en especial de los jóvenes.
Durante la homilía, centrada en el relato evangélico de las bienaventuranzas, el sacerdote subrayó la identidad de los llamados “pobres de Espíritu”, destacó que no era cualquier tipo de pobreza, sino aquella donde el que la padece sabe la importancia de Dios en su vida y sabe ser feliz no obstante que no vive en la comodidad o en la abundancia, y la igual que Don Bosco se trataba de gente que vivía la alegría evangélica de la Resurrección, pues comprendía como su salvación y pobreza no estaban en contradicción, pues a pesar de los limites propios de su condición, se vivía con esperanza, sin envidia o ambiciones desmedidas.
El padre Renato afirmó que la había dos elementos que viven quienes verdaderamente aman a Dios y al prójimo: el sufrimiento y a la vez la alegría que brinda el creer en Jesús, algo que constituye y define una verdadera fe cristiana.
Subrayó que no se trata de una alegría temporal, sino que es una alegría que se vive continuamente, cotidianamente, en cada momento de la vida y se refleja en la caridad, amabilidad y bondad al servicio a Dios y del prójimo.
El verdadero ‘pobre de Espíritu sabe vivir esto y hacer la voluntad de Dios’ afirmó el religioso, no se busca a sí mismo, no trata de ser famoso ni se cree el importante, no presume ni envidia pues su fe, su esperanza y razón de vivir está en Jesús, sabe sufrir y siempre estar feliz y alegre pues su vida se centra en Dios como la de Don Bosco.
El padre Rondilini además destacó el papel y Auxilio de la Santísima virgen María, hacia Don Bosco y a toda su obra. A la virgen la presentó como una “Evidencia” del hecho cristiano de la existencia de Dios en quien se cree pero nadie le ha visto, a Él se le adora como a Jesús su Hijo, de María se sabe, afirmó el salesiano quien recomendó acudir a Ella, y solicitarle su ayuda, procurando rezar siempre 3 aves Marías como aconsejaba Don Bosco, pues de nuestra Madre nunca se escucho decir que nadie que acudiera a Ella hubiera quedado defraudado, cono afirmaba el fundador de los salesianos.