Este 24 de febrero de 2023 se cumplió una año de la invasión rusa a Ucrania contabilizando un saldo ominoso provocado por poco más de 900 ataques: más de 200 mil víctimas mortales, 40 mil heridos, aproximadamente 2, 700 escuelas bombardeadas y 500 destruidas.
Más de 18 millones de ucranianos requieren de ayuda humanitaria urgente. Por esta guerra 5,5 millones de estudiante sufrieron la interrupción de su educación.
Los misioneros salesianos continúan, como al inicio del conflicto bélico, al lado de la población, acompañando y hospedando a la población refugiada en países fronterizos, atienden a los desplazados dentro de Ucrania. En el invierno las bajas temperaturas incrementaron las dificultades.
Las ayudas recibidas han posibilitado que las escuelas salesianas de Lviv (Leópolis), Odesa y Kiev permanezcan abiertas y atendiendo a los alumnos a pesar de la emergencia, se han construcción de refugios, suministrando agua, luz y gas, además se ofrece apoyo psicológico a estudiantes, profesores y familias, se apoya con los gastos escolares.
66 entidades, organizaciones y comunidades de la Familia Salesiana de todos los continentes han apoyado más de cien proyectos, con aporte superiores a los 9,6 millones de euros, que se han gestionado de la siguiente manera:
- Proyectos de construcción de albergues de emergencia: más de 230 mil euros.
- Apoyo a refugiados en el exterior: más de 2,1 millones de euros.
- Desplazados internos: más de 1 millón euros.
- Programas educativos y actividades para niños y niñas: alrededor de 600 mil euros.
- El plan especial de emergencia para hacer frente al invierno: más de 1 millón euros.
- Apoyos generales-ayudas monetarias a las comunidades implicadas, medicamentos de primera necesidad, vehículos, comedores de campaña, alimentos, ropa, tiendas de campaña, mantas-: 3,5 millones de euros.
- Otras ayudas específicas: alrededor de 1 millón de euros.
Estas son las palabras del padre Józef Nuckowski, SDB, al conducir un convoy de ayuda recolectada gracias a la generosidad de la Familia Salesiana de todo el mundo: ‘Queremos llevar la ayuda lo más cerca posible de la frontera, donde la mayoría de los pueblos han sido destruidos, las casas han sido quemadas y la gente vive en refugios. Necesitan ayuda…
Es gracias a ustedes que podemos conseguir esta ayuda hasta ahora… Realmente todo fue destruido. Todos los edificios fueron atacados, nada quedó intacto’, subrayó el padre al llegar a Luch, lugar cercano a Kherson, al sur de Ucrania.
Una de las 55 personas que aún viven en el pueblo, que fuera campo de batalla entre los ejércitos ruso y ucraniano dijo lo siguiente: ‘Hemos vivido toda la dureza de la guerra desde su inicio… Solo esperemos que todo esto termine bien, que podamos reconstruir nuestro pueblo y vivir en paz’.
(Fuente: ANS)