Tras dos semanas de una formación intensa concluyo el Curso de Formación y Acompañamiento para los nuevos Inspectores, el pasado viernes 23 de junio, durante la conmemoración y fiesta de San José Cafasso, maestro de Don Bosco, a los diez recién nombrados superiores le facilitó los elementos y orientaciones primordiales para el ejercicio del servicio de animación que deberán prestar entre sus hermanos, a favor de los jóvenes y quienes Dios ha dispuesto a ser alcanzados por su labor.

A lo largo de las sesiones de trabajo todos interactuaron con los miembros del Consejo General, muy especial fue el diálogo personal con el Rector Mayor y cada uno de los Consejeros de los diversos dicasterios y regiones.

Durante la homilía de la celebración Eucarística de clausura, que tuvo ocasión en la Capilla de San Francisco de Sales de Valdocco, y que presidió el padre Ángel Fernández Artime, Rector Mayor, éste es brindó las siguientes palabras ‘Han hecho un trabajo muy hermoso y exigente, ahora vuelven a casa con la conciencia de que tienen que cuidar mucho ese trozo de Congregación que el Señor les ha confiado’,

Para dar ha entender cosas que cambian y otras se conservan por ser esenciales, el sucesor de Don Bosco habló sobre lo que comentó un viejo exalumno del oratoriano de Valdocco, quien le había confiado que ‘ la capilla de San Francisco de Sales le parecía más bonita antes, con el yeso de la época de Don Bosco, que hoy, con todo el mármol -y para enfatizar agregó - En casa, hay que fijarse en lo que es esencial: el arte de cuidar a las personas que tienes cerca. (…) Donde hay un niño, estar presente, puede dar vida a nuestros días’

- por lo que- ‘ En un mundo lleno de desafíos, cada vez más tecnológico’ hay la ‘tentación de ser eficientes’ y de mirar las cosas y las personas con una mirada desprovista de calor humano.

Por lo el padre Ángel subrayó : ‘Nuestra misión es cuidar la vida allí donde se presenta. Y, o llegamos al corazón, o hacemos otras cosas... Lo que nos salva es un corazón que busca amar, servir, porque está lleno de Dios. Todo lo demás se llama eficacia’.

Los inspectores participantes tras su experiencia formativa dejaron sus impresiones, todas muy positivas sobre el curso y la atención de parte de los formadores, del Rector Mayor y del Consejo General, así como de la retroalimentación y encuentro con sus otros pares. En general agradecieron el encuentro con las fuentes del carisma, el conocimiento sobre los pormenores y funciones del servicio que prestarán, destacaron cada uno las fuerzas, energía, valor, ánimo, sueños, dificultades, esperanza y comunión que experimentaron en esas dos semana en las que les guiaron sobre su papel de animación y gobierno a desempeñar, responsabilidades por asumir y saberes a poner en marcha en favor de la misión, y dieron gracias a Dios, a Don Bosco, Mamá Margarita y a María Auxiliadora en quien pusieron sus confianza.

(Fuente: ANS)