El sábado 2 de noviembre de 2024, en el Cementerio Laurentino de Roma a las 10 am, el Santo Padre Francisco presidió la santa Misa con motivo de la Conmemoración de los Fieles Difuntos.
A su llegada, el Papa realizó una breve visita al "Jardín de los Ángeles", zona del campo santo donde descansan los difuntos de menor edad, es decir, los niños, y tras hacer oración ante algunas sepulturas, depositó un ramo de flores blancas (Fuentes: OPSS, Vatican Media y Vatican News).
Posteriormente tuvo lugar la celebración Eucarística al frente de la capilla dedicada a "Jesús Resucitado". Tras la proclamación del Evangelio se hizo un momento de silencio y oración antes de continuar con la celebración litúrgica.
A continuación la oración formulada por el Santo Padre antes de la bendición final
En la visita al camposanto, lugar de descanso de nuestros hermanos y hermanas difuntos, renovamos la fe en Cristo que murió, fue sepultado y resucitó por nuestra salvación. También los cuerpos mortales despertarán en el último día, y aquellos que hayan dormido en el Señor serán asociados con Él en el triunfo sobre la muerte. Con esta certeza elevamos al Padre nuestra oración unánime de sufragio y bendición.
Vatican Media
Seas Bendito, oh Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que en tu gran misericordia nos has regenerado mediante la Resurrección de Jesús de entre los muertos a una esperanza viva, para una heredad que no se corrompe y no se marchita (Cfr. 1 Pedro 1, 3-4). Escucha la oración que te dirigimos por todos nuestros seres queridos que han dejado este mundo. Abre los brazos de tu misericordia y recíbelos en la asamblea gloriosa de la santa Jerusalén.
Conforta a cuantos están en el dolor de la separación, con la certeza de que los muertos viven en Ti y que también los cuerpos, confiados a la tierra, participarán un día de la victoria pascual de tu Hijo. Tú, que en el camino de la Iglesia has puesto, como signo luminoso, a la Beata Virgen María, por su intercesión sostienes nuestra fe, para que ningún obstáculo nos haga desviarnos del camino que lleva a Ti, que eres la gloria sin fin. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.