Hoy es martes 24 de diciembre, al celebrar las vísperas de este solemne día se enciende – si lo han preparado- el cirio blanco, que indica el fin del Adviento y el inicio vespertino de tarde a tarde de la gozosa celebración de la Navidad.
Las familias tras llevar a bendecir a las imágenes de los “niños Dios”, se reúnen a leer el Evangelio de la tarde noche, si bien es mejor y grato precepto asistir a la santa Misa de esta solemnidad ya sea el 24 o el 25 día de Navidad.
Se puede proceder en casa a proclamar las lecturas en una celebración de la palabra, se canta villancicos, se realiza el canto de arrullo al Niñito Jesús, se venera su imagen, usualmente con un beso – se tiene preparado un palio para limpiar la imagen- y se procede a acostarle entonando cantos en el pesebre.
Se dice la oración encendiendo la luz blanca, y ha terminado la espera, se proclama el Evangelio correspondiente y se da a Gracias a Dios por haber logrado llegar a este momento en familia.
Las lecturas varían pero será el cántico de Zacarías el que predomine para las solemnes vísperas, ahora y tras reflexionar el don y gracias de la venida de Jesús el Salvador, el Hijo de Dios, el verbo de Dios encarnado, verdadero Dios y verdadero Hombre, es que inicia la fiesta.
Procuremos hacerla llena del sentido de la salvación que se nos ha anunciado, alegres y festivos, cantemos en familia, pero fieles y mesurados, vivamos con serena armonía la inmensa gracias que se nos otorgó de la Salvación, gracias al SI de María.
A San José y a su santa Esposa contemplemos dando gracias a Dios por la Luz venida al Mundo, la cual dispersa las tinieblas y trae la esperanza de la salvación del “Sol que nace de alto”, el niño, el varón nacido de una Virgen, .a promesa del perdón de nuestras faltas.
Así el tiempo de Adviento concluye con la víspera de Navidad, misma que deseamos vivan con plenitud.
Diciembre 2024 |
Noche Buena |
Oración sugerida |
Evangelio |
24 Noche Buena |
Color litúrgico Morado Víspera de Navidad (Noche Buena) (Blanco para el 25)
“Nos visitará el sol que nace de lo alto” |
Oración sugerida Concédenos, Señor, que, así como hemos preparado la fiesta del admirable nacimiento de tu Hijo, de la misma manera alcancemos un día, gozosos, los premios eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén |
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 67-79
En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo:
"Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, y ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso salvador en la casa de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por boca de sus santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres y acordarse de su santa alianza.
El Señor juró a nuestro padre Abraham concedernos que, libres ya de nuestros enemigos; lo sirvamos sin temor, en santidad y justicia delante de Él, todos los días de nuestra vida.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos y a anunciar a su pueblo la salvación, mediante el perdón de los pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús
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