Al mediodía de este 6 de abril de 2025 –tiempo del Vaticano-, 5º Domingo de Cuaresma el Papa Francisco, se hizo presente de improviso en la Plaza de San Pedro, prácticamente al cierre de la Eucaristía motivo del Jubileo de los Enfermos y del mundo de la Sanidad, aún convaleciente por sus problemas pulmonares portando respirador, no pudo dirigir el ángelus debido a sus actuales problemas para articular palabras, pero dirigió algunas palabras de saludo y de gratitud a los fieles presentes, además cruzo la puerta santa en este jubileo como un enfermo más como signo conversión en esta cuaresma (Fuentes: OPSS, Vatican Media, Vatican News y Dicasterio para la Comunicación)
Si bien el Papa no pronunció –por su estado de salud- su comentario al Evangelio de día para el rezo del Ángelus, la Santa Sede dio a conocer el texto preparado por él para esta ocasión del V y último Domingo de Cuaresma, lo reproducimos a continuación:
Comentario preparado por el Santo Padre:
“Queridos hermanos y hermanas,
El Evangelio de este quinto domingo de Cuaresma nos presenta el episodio de la mujer sorprendida en adulterio (Jn 8,1-11). Mientras los escribas y fariseos quieren lapidarla, Jesús devuelve a esta mujer la belleza perdida: ella ha caído en el polvo; Jesús pasa su dedo sobre ese polvo y escribe para ella una nueva historia: es el ‘dedo de Dios’, que salva a sus hijos (Cfr. Éx 8,15) y los libera del mal (Cfr. Lc 11,20).
Queridísimos, como durante la hospitalización, también ahora en la convalecencia siento el ‘dedo de Dios’ y experimento su cariñosa caricia. En el día del Jubileo de los enfermos y del mundo de la sanidad, le pido al Señor que este toque de su amor llegue a los que sufren y anime a los que cuidan de ellos. Y rezo por los médicos, enfermeros y trabajadores sanitarios, que no siempre tienen las condiciones adecuadas para trabajar y, a veces, incluso son víctimas de agresiones. Su misión no es fácil y debe ser apoyada y respetada. Espero que se inviertan los recursos necesarios para la atención y la investigación, para que los sistemas sanitarios sean inclusivos y atiendan a los más frágiles y pobres.
Agradezco a las reclusas de la cárcel de mujeres de Rebibbia la tarjeta que me enviaron. Rezo por ellas y por sus familias.
En el Día Mundial del Deporte para la Paz y el Desarrollo, deseo que el deporte sea un signo de esperanza para tantas personas que necesitan paz e inclusión social, y doy las gracias a las asociaciones deportivas que educan concretamente en la fraternidad.
Sigamos rezando por la paz: en la martirizada Ucrania, golpeada por ataques que provocan muchas víctimas civiles, entre éstas muchos niños. Y lo mismo ocurre en Gaza, donde la gente se ve obligada a vivir en condiciones inimaginables, sin techo, sin comida, sin agua potable. Que callen las armas y se reanude el diálogo; que se libere a todos los rehenes y se socorra a la población. Recemos por la paz en todo Oriente Medio; en Sudán y Sudán del Sur; en la República Democrática del Congo; en Myanmar, duramente probado también por el terremoto; y en Haití, donde arrecia la violencia, que hace unos días mató a dos religiosas.
Que la Virgen María nos cuide e interceda por nosotros”.