Don Bosco guardó un gran aprecio por esta advocación, él atribuyó el inicio del oratorio y obra salesiana a un encuentro con el joven piamontés Bartolomé Garelli, huérfano de a los 16 años, y al haber rezado un Ave María un 8 de diciembre de 1841 (Bosco, 2003, pp. 89-92).. El santo fundador de los salesianos además difundió entre sus alumnos esta devoción, por ejemplo, Domingo Savio después de aprobado el dogma de fe en 1854, fundó entre sus compañeros -con el beneplácito y apoyo de Don Bosco- la ‘Compañía de la Inmaculada’ para "honrar a María", comprometiéndose a "cumplir cuidadosamente los deberes de cada día" y "cuidar a los compañeros animándolos al bien con palabras y sobre todo con el ejemplo’ (Núñez, 2014, párr. 5).

Esta fiesta envuelve un dogma, promulgado el 8 de diciembre de 1854, mediante la Constitución Apostólica “Ineffabili Deis” (1854a) por el Papa Pio IX- Giovanni Maria Mastai Ferretti (1792-1878)-, en el noveno año de su pontificado -sucesor de san Pedro, de quien Don Bosco era un buen amigo y con quien había hablado sobre este tema en algunas ocasiones-. El dogma afirma la concepción inmaculada -sin macha de pecado- de la Bienaventurada Virgen María, es decir, que Ella por predestinación y don explicito de Dios fue concebida y nació libre del pecado original.

Papa Pio IX fotografiado por Adolphe Brau, conmemoración de su 83° cumpleaños del santo pontífice,

 13 de mayo de 1875 -obra de dominio público-

Ineffabilis Deus señala "...la Iglesia católica, que, de continuo enseñada por el Espíritu Santo, es columna y fundamento firme de la verdad, jamás desistió de explicar, poner de manifiesto y dar calor, de variadas e ininterrumpidas maneras y con hechos cada vez más espléndidos, a la original inocencia de la augusta Virgen, junto con su admirable santidad, y muy en consonancia con la altísima dignidad de Madre de Dios, por tenerla como doctrina recibida de lo alto y contenida en el depósito de la revelación. Pues esta doctrina, en vigor desde las más antiguas edades, íntimamente inoculada en los espíritus de los fieles, y maravillosamente propagada por el mundo católico por los cuidados afanosos de los sagrados prelados, espléndidamente la puso de relieve la Iglesia misma cuando no titubeó en proponer al público culto y veneración de los fieles la Concepción de la misma Virgen. Ahora bien, con este glorioso hecho, por cierto presentó al culto la Concepción de la misma Virgen como algo singular, maravilloso y muy distinto de los principios de los demás hombres y perfectamente santo, por no celebrar la Iglesia, sino festividades de los santos. Y por eso acostumbró a emplear en los oficios eclesiásticos y en la sagrada liturgia aún las mismísimas palabras que emplean las divinas Escrituras tratando de la Sabiduría increada y describiendo sus eternos orígenes, y aplicarla a los principios de la Virgen, los cuales habían sido predeterminados con un mismo decreto, juntamente con la encarnación de la divina Sabiduría.

 

Y aun cuando todas estas cosas, admitidas casi universalmente por los fieles, manifiesten con qué celo haya mantenido también la misma romana Iglesia, madre y maestra de todas las iglesias, la doctrina de la Concepción Inmaculada de la Virgen, sin embargo de eso, los gloriosos hechos de esta Iglesia son muy dignos de ser uno a uno enumerados, siendo como es tan grande su dignidad y autoridad, cuanta absolutamente se debe a la que es centro de la verdad y unidad católica, en la cual sola ha sido custodiada inviolablemente la religión y de la cual todas las demás iglesias han de recibir la tradición de la fe. Así que la misma romana Iglesia no tuvo más en el corazón que profesar, propugnar, propagar y defender la Concepción Inmaculada de la Virgen, su culto y su doctrina, de las maneras más significativas." (Pío IX, 1854b, párr. 3)

 

Además se prohíbe en el documento pontificio toda doctrina que negase o afirmará cosa contraria a este dogma de fe, se observa que el fundamento bíblico de esta verdad se encuentra en el Evangelio de san Lucas (Lc. 1, 28)

 

Referencias y fuentes:

Bosco, J. (2003). Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales de 1815 a 1855. Madrid: Editorial CCS.

Núñez, J.M. (2014). La Compañía de la Inmaculada. Discponible en: http://www.boletinsalesiano.info/boletin-salesiano/44-conociendo-a-don-bosco/4708-la-compania-de-la-inmaculada2

Pío IX. (1854a). Costituzione Apostolica ‘Ineffabilis Deus ‘. Definizione dogmatica dell’immacolato concepimento della B. V. Maria. Disponible en: https://www.vatican.va/content/pius-ix/it/documents/18541208-costituzione-apostolica-ineffabilis-deus.html

Pio XI. (1854b). "Ineffabilis Deus". Epístola apostólica de Pío IX- 8 de diciembre de 1854. Disponible en : http://corazones.org/doc/ineffabilis_deus.htm

Pío IX. (2022). Costituzione Apostolica ‘Ineffabilis Deus ‘. Vaticano: Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana [Archivo PDF]

 

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